Uno de los principales factores que se relaciona con el inicio de consumo de sustancias adictivas, es la parte familiar, debido al cambio de la estructura, sobre todo, en madres que trabajan, en padres que no pueden estar todo el tiempo y no ponen límites a sus hijos, consideró Alberto Alonso Gutiérrez, subdirector de Tratamiento de Reinserción Social.
“Debido al cambio de la estructura familiar, sobre todo, en madres que trabajan, hay familias en las cuales no hay madre, o no hay padre o los mismos abuelos se integran a la crianza, los mismo niños tienden a ser descuidados o por lo menos no enfocarse a las necesidades que tienen que no sólo son necesidades de tipo material, sino también necesidades de tipo afectivas, de comunicación”, explicó.
Las  consecuencias  de ello son delicadas porque se pueden tener generaciones de posibles adultos que no saben lo que quieren, no saben pedir lo que necesitan y no saben luchar por las cosas, porque no saben enfrentar el dolor, el sacrificio, la dificultad ni la frustración y por eso recurren a alguna adicción. Y aunque no siempre es así, ciertamente es un factor que impacta.
“Tenemos niños que ante cualquier dificultad lloran, se frustran, se sienten incomprendidos, entonces tenemos papás que están angustiados de ver a sus hijos sufriendo, pero que no saben cómo enseñarles a los niños a manejar la frustración, el dolor y la tolerancia. Prefieren evitarles las molestias que les puedan ocasionar estos sentimientos.
Lo más delicado es que no se está cimentando bien la figura de autoridad o está quedando vacía, los papás ya tenemos hasta miedo de decir y viven sin límites”, señaló.
Indicó que en los Centros de Atención Primaria en las Adicciones se cuenta con talleres de crianza positiva, dirigidos no sólo a los padres sino también a las personas que se encargan de la crianza y cuidado de los niños.