En esta temporada de intensas lluvias y de rachas de viento, decenas de especies de árboles, como el eucalipto, representan un potencial peligro para la población.
Así lo advirtió el presidente de la asociación civil Fraternidad con la Naturaleza (Franature), Víctor Zendejas.
El ecologista recordó que en días recientes se han caído tres y eucaliptos y un pirul en los municipios de Ecatepec, Naucalpan, Cuautitlán Izcalli y Tultepec, lo que ha generado la muerte de 5 personas y la destrucción de tres automóviles, así como de una vivienda.
En ese sentido, Zendejas dijo que es indispensable se realice un inventario de este tipo de especies “y de las condiciones en las que se encuentran”.
Estableció además que según especialistas el eucalipto es un árbol que abunda en la mayoría de las zonas urbanas del Estado de México e incluso del país, siendo también el que más accidentes ha ocasionado, no obstante no debería plantarse en áreas pobladas “porque es de follaje alto y de raíz muy extendida, por lo que por el tipo de suelo que existe en la metrópoli se convierte en un peligro porque sus raíces levantan las banquetas y se caen cuando hay viento o lluvia.
“No podemos estar exponiéndonos a situaciones como éstas que resultan de mucho peligro”, indicó, ante lo cual hizo ver que “si bien no hay que eliminarlos por completo, lo más conveniente es que sociedad y autoridades acordaran sustituirlos por plantas o por árboles que tengan poco vigor y sobre todo, una cuestión muy importante, que no tengan gran altura para que no se conviertan en un peligro”, observó el naturalista.
Dijo que junto al eucalipto, “otro árbol de riesgo en las áreas urbanas es la casuarina, especie que también crece mucho y sin el cuidado debido, lo que la convierte por igual en un riesgo mayor.
“Mientras uno no controle la ubicación ni el crecimiento de estas especies, seguirán representando un gran problema, no sólo en el Valle de México, sino en casi todas las comunidades urbanas”.
Víctor Zendejas mencionó que no existe una propuesta de manejo. Ese es el gran problema; yo creo que el hecho de que se hayan utilizado estas especies para condiciones ambientales como las de años anteriores fue un acierto. El problema es que nunca se controlaron”, opinó.
Durante el mes de julio se registró la caída de cuatro árboles de más de 15 metros de altura; en dichos percances 5 personas perdieron la vida, 3 automóviles resultaron afectados y una vivienda presentó daños estructurales al caerle un árbol de más de 20 toneladas.