Hasta uno de los “templos” de la corrupción, uno de los ex ranchos de Javier Duarte, el mandatario veracruzano detenido en Guatemala, llegó la candidata del PAN a la Gubernatura de la entidad, Josefina Vázquez Mota.
Acompañada de Ricardo Anaya, presidente nacional del PAN, exigieron se dé a conocer la red de complicidades de Duarte, principalmente sus vínculos con sus contrincantes políticos, Alfredo del Mazo y Delfina Gómez.
En el acceso principal del rancho “Las Mesas”, de mil metros cuadrados de construcción y actualmente bajo resguardo de las autoridades, dijeron que Del Mazo debe aclarar por qué protegió al ex Secretario de Finanzas, Salvador Manzur”, operador de Duarte.
Los panistas aseguraron que es clara la relación de amistad y complicidad del político mexiquense con el veracruzano.
De Delfina Gómez, candidata de Morena, la ubicaron como la operadora de Andrés Manuel López Obrador en el proceso electoral, en la etapa que se denunció que el tabasqueño recibía dos millones y medio de pesos mensuales de Javier Duarte
Tanto Anaya como Vázquez Mota dijeron que López Obrador miente al afirmar que no recibió dinero del ex gobernador preso en Guatemala.
Para llegar al rancho “Las Mesas” se toma el camino de la carretera Los Saucos-Valle de Bravo hasta la desviación hacia Mesas de Dolores.
De ahí, se tienen que recorrer cuatro kilómetros de terracería.
Después, está la cerca de madera y malla que cubre las 92 hectáreas de la propiedad.
A las 08:00 horas, cuando llegó el equipo de avanzada de la candidata panista, de la finca salió un grupo de cuatro hombres con armas de alto poder en un automóvil color blanco sin logotipos y con placas de Veracruz exigiendo que se retiraran del lugar las cámaras de video.
Después, reingresaron al rancho sin que registraran incidentes.
A las 9 de la mañana llegaron los panistas, quienes después de dar una conferencia de prensa, se retiraron del lugar.
La finca cuenta con una construcción central de mil metros cuadrados, además de suites, , canchas, un lienzo y caballerizas.
Fue construida con más de 200 millones de pesos que fueron desviados de las secretarías de Educación y de Salud de Veracruz, a varias empresas fantasma.
Después de que fue cateado y asegurado por la PGR el año pasado, ahora, una tercera parte al gobierno de Veracruz.