Las familias han evolucionado, especialmente en los últimos diez años, donde la convivencia ahora es más un núcleo central, lo que significa que se buscan agentes externos para mantener ocupados a cada uno de los integrantes, como los cursos de verano o el uso de celulares y tabletas, indicó la psicóloga clínica, María del Carmen Carillo.
“Se buscan los cursos de verano para mantenerse ocupados, tanto padres como hijos, donde se dejan de lado responsabilidades, cuidado de los niños y enseñanza de valores, porque además, la tecnología ha ocupado un lugar primordial.
“Lo que genera una relación difícil o lejana con la familia, ya que la idea de la era moderna es estar ocupados en las redes o el internet, que entablar pláticas con los padres o los hermanos”, señaló.
No existe tolerancia
La especialista mencionó que en la mesa o en la casa comúnmente están presentes los celulares, tabletas o lap tops para que no exista un vínculo más estrecho, con lo que se pierde la tolerancia entre los parientes.
Además de no no ser respetuosos con los demás, porque eso no lo enseña la tecnología, y al usarlos no nutren física ni mentalmente a los niños.
“La tecnología no es mala, la cuestión es que nos enseña a no estar vinculados con la familia, sino ser meros objetos que tienen una función específica.
“Es decir, los padres al trabajo y los hijos metidos en el internet, de ahí que se necesite establecer límites en el uso de la tecnología.
“Pero también se trata de rescatar la interacción familiar, haciendo un día de campo, salir a caminar al centro o en una feria de la iglesia de su comunidad”, dijo.
Indicó que la solución para varios problemas, no sólo para no saber qué hacer con los hijos durante las vacaciones, es rescatar la convivencia familiar en cualquier momento del día.
“Que implique interacción de ambas partes, es decir, padres e hijos, no sólo de estár en el momento, sino de comunicarse abiertamente”, comentó.
A los hijos se les debe educar con amor, paciencia, tolerancia y fomentar la comunicación entre ellos, resaltó la especialista en temas familiares.
“Nos falta mucho como sociedad hacer trabajo interno, de cada persona, estar en paz como ser humano para estár pleno”, manifestó.
Agregó que “de lo contrario se buscan agentes externos como la tecnología o distractores como la televisión en lugar de fomentar las relaciones interpersonales, conocerse como personas y respetarse para hacer lo mismo con los demás, ya sean hijos, hermanos o esposos”, finalizó Carmen Carillo.