La dualidad entre libertad y sumisión, poder y tranquilidad, aspiraciones y sueños cumplidos, enfrenta una mujer empresaria exitosa y una trabajadora.
Ambas coinciden en la concepción de la felicidad como un equilibrio de emociones que permiten ejercer plenamente el poder de decisión para conseguir armonía y éxito en la vida, por ende, un auténtico empoderamiento de la mujer.
Lilia Martínez Jiménez –la única mujer en el Estado de México que cuenta con una empresa dentro del sector logístico manufacturero– presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias, anhela algo de una empleada: la tranquilidad.
“Tanto como envidiarle no, pero ella goza de una tranquilidad que yo no tengo. Tengo muy claro que al estar como empleado tienes un sueldo seguro, no tienes que preocuparte por la nómina y capacitación, competitividad, etcétera; sin embargo, la satisfacción que te da generar empleo, mata automáticamente la angustia de pagar esa nómina”, comentó la empresaria.
En contraste, Rosa Elena Mitre –capacitadora– anhela la libertad de Lili, como ella le llama a su jefa, porque la empresaria es dueña de su tiempo.
“Quiero ser como ella, quiero ser dueña de mi propio tiempo, quiero ser una gran empresaria, no soy ya jovencita, pero creo que nunca es tarde para empezar y para hacer algo, la admiro como mujer y como empresaria”, señaló.
Perseverancia
Lilia Martínez se congratuló por los halagos y confesó que el secreto está en la buena buena administración de tu tiempo.
“Cuando eres empresaria eres dueña de tu tiempo y si lo sabes administrar, es todo un éxito para estar tranquila, para estar en paz y principalmente para estar haciendo lo que te gusta”, dijo.
La empresaria mexiquense afirmó que la base del éxito está en la perseverancia, en creer que no existen los imposibles, “el imposible solamente es cuando tú te lo pones, no hay límites cuando tú quieres llegar a algo”.
En los 10 años que lleva como empresaria, se ha encontrado con la clara respuesta de que la tenacidad y el querer alcanzar el sueño, es lo único que garantiza el éxito, pues aunque haya muchos obstáculos, “si tú en realidad crees en lo que estás haciendo, no son obstáculos, son retos a vencer”.