El Valle de México no soporta un aeropuerto más, fue la conclusión a la que se llegó en el foro “Tampoco Santa Lucía para el Nuevo Aeropuerto”, en el que participaron representantes de más de 30 organizaciones y pueblos de Tecámac, Zumpango, Ecatepec, así como del llamado Frente de Pueblos Originarios en Defensa del Agua (FPODA), adheridos al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), de Ignacio y América del Valle, fundadores originales del movimiento que popularmente se conoció como el de “los macheteros de Atenco”.
Según dijeron los participantes, “la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en la Base Aérea de Santa Lucía provocaría en una catástrofe de agua por la saturación urbana”.
Por esa razón demandaron del próximo gobierno federal “el que ofrezca un anteproyecto para una nueva terminal aérea, un estudio de Manifestación de Impacto Ambiental Regional y realizar una consulta en los poblados afectados, en su carácter de pueblos originarios”.
De acuerdo con Oscar Armando Monroy, doctor en Biotecnología de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), “el nuevo gobierno debe repensar el papel que juegan las cuencas del Valle de México y, en ese sentido, no aprobar ningún megaproyecto” que se parezca al de los aeropuertos para el Valle de México.
Consideró en contraparte “que lo que necesitamos repensar es el rescate de las cuencas y algún espacio en el que los expertos discutan un mejor sitio para la nueva terminal aérea del centro del país, fuera del Valle de México, como por ejemplo Tizayuca o Apan, ambos en Hidalgo, o bien en el Bajío mexicano”.
Según Monroy “el tener un aeropuerto en el Valle de México, por pequeño que fuera, provocaría que la región no dejara de urbanizarse todavía más y que perdiera entonces su capacidad de captar agua, además de repercutir ello en un manejo diferente de una cuenca ahí existente (como la del lago de Xaltocan, ubicada entre Tecámac y Zumpango), con cerros alrededor, para que el acuífero se recargara con cierta regularidad”.
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