Si nos tratan de fundamentalistas por defender la vida que es lo fundamental, que nos llamen así”, sentenció el obispo Francisco Javier Chavolla Ramos, al hablar de los retos que tienen para lograr que en la sociedad actual prevalezcan los valores universales.
“El reto que tenemos en esta Cuaresma, es implantar en el corazón de los hombres el mensaje de Dios, no a través de la fuerza, sino de la exhortación y de ir orientando la conciencia de los hombres, lógico que hay otros intereses que los van moviendo”.
El ministro de la Diócesis de Toluca enfatizó que su obligación es orientar la conciencia de los hombres, aunque haya contradicciones en ellos, “porque hay quien reconoce el valor que tiene el ser humano; sin embargo, se avalan normas que están a favor del aborto, se promueve la muerte asistida y la eutanasia”.
Sostuvo que la Iglesia debe seguir hablando, en el respeto y en la libertad de las conciencias, no sólo en los temas controvertidos, como lo es el aborto, sino también en los más pequeños e insignificantes, porque en todo ello se debe orientar el corazón del hombre hacía Dios, “bienaventurado el que hace las cosas pequeñas, porque en las grandes también será fiel”.
Para quienes cuestionan los llamados que hace la jerarquía católica en temas controversiales, monseñor Chavolla insiste en que “la Iglesia tiene una autoridad moral y es lógico que quienes velan por sus propios intereses, temen que la Iglesia hable, porque saben que lo hace con una autoridad moral”.
Respeto a la persona y la vida En ese sentido, indicó que aunque haya quien quiera que la Iglesia guarde silencio, porque sus ideas son anticuadas o fundamentalistas, no podrán conseguir ese objetivo.
“Dicen que somos muy fundamentalistas, pues si la vida es el fundamento de todo, seremos fundamentalistas; si el respeto a la persona es el fundamento de una relación, entonces también seremos fundamentalistas, porque siempre iremos por el respeto a la persona y a la vida. Quieren que callemos, pero como decía Jesús, si ellos callan, las piedras hablarán”.
Incluso comentó que la misma naturaleza habla del respeto a la vida. El caos climático, el calentamiento y todo lo demás, nos muestra que la misma naturaleza está hablando y responde por el respeto a la vida en general.
Chavolla resaltó que el respeto a la vida no es un valor propio de los católicos, sino que todo individuo debe trabajar, promover y practicar los valores universales.
“La vida es un don y es un valor no sólo católico, sino universal, es un regalo fundamental de toda persona y no tiene denominación católica o no, el valor de la vida es universal”, indicó.