El Ayuntamiento de Toluca gasta aproximadamente 20 millones de pesos al mes en electricidad para operar sus pozos de agua, reveló el regidor Mario Cardoso. Esta cifra pone en riesgo la sostenibilidad del modelo de abastecimiento, diseñado para contrarrestar el desabasto de agua, y plantea dudas sobre su viabilidad en el futuro, especialmente ante la posibilidad de una disminución en la recaudación de impuestos como el agua y el predial el próximo año.
Cardoso, regidor de extracción morenista, subrayó que, además del gasto eléctrico, Toluca aún cobra a los comercios un impuesto por descargas residuales, pese a no contar con plantas tratadoras en funcionamiento.
Desde inicio de año, Toluca ha enfrentado un recorte en el suministro del Sistema Cutzamala, recibiendo solo 180 litros por segundo en lugar de los 500 que solía recibir, afectando a más de 500 mil habitantes.
Ante esta reducción, la perforación de pozos ha sido la solución temporal para mitigar la escasez hídrica, aunque con altos costos tanto económicos como ambientales.
El regidor destacó que el gasto en electrificación de los pozos requiere alternativas sostenibles que protejan las finanzas municipales.
“Debemos optimizar los recursos públicos; es un gasto que nos generará problemas. La recaudación no subió como esperábamos, a pesar de las campañas de regularización, y permanece 40 por ciento abajo del objetivo para este año”, explicó.
Además, Cardoso señaló que la falta de organización en el tandeo y la entrega irregular de agua ha desmotivado a los contribuyentes que suelen cumplir con sus pagos, afectando la recaudación.
En Toluca, actualmente se operan 101 pozos para abastecer a la población, aunque su capacidad sigue siendo insuficiente. Cada pozo representa un costo de perforación de 12 millones de pesos, de los cuales 200 mil pesos se destinan a convenios de electrificación con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Además, cada pozo incurre en un gasto mensual de entre 300 mil y 350 mil pesos solo por el consumo eléctrico. Por si fuera poco, una de las obras quedará pendiente, por lo que Toluca mantiene un déficit de 150 l/s para cubrir el servicio, en especial en la zona centro del municipio.
Este panorama económico y de abastecimiento plantea un reto para el Ayuntamiento de Toluca, que deberá encontrar soluciones sostenibles para garantizar el suministro de agua sin comprometer las finanzas municipales.