El resurgimiento de las peluquerías tradicionales y la aparición de zonas de belleza masculina sugieren un auge en las experiencias del comercio minorista en este rubro, sostuvo la especialista de la Universidad Autónoma del Estado de México, María de Lourdes Arcos Santoveña, al hablar del marketing masculino.
La universitaria señaló que alrededor de un tercio de los compradores de alimentos son ahora los hombres, quienes compran más que nunca; por ejemplo, según la revista de estilo de vida para el hombre GQ (Gentlemen’s Quarterly), en 2002 64 por ciento compró su propia ropa, cuatro años más tarde esa cifra fue de 84 por ciento.
Sin embargo, aseveró, 40 por ciento de los hombres no se siente bien recibido en las tiendas al por menor, de ahí que las marcas y minoristas deben buscar la manera de satisfacer mejor las necesidades de los compradores masculinos y convertirlos en clientes.
Decisión
La académica de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la UAEM afirmó que si bien no se trata de la creación de estereotipos masculinos, si debe diferenciarse el comportamiento de los hombres del de las mujeres, pues es importante entender por qué hacen sus compras.
Puntualizó que el número de hombres de compras en los grandes almacenes se ha reducido sistemáticamente desde 23 por ciento a mediados de los años 90, a sólo 7 por ciento en 2005.
Al respecto, dijo, 45 por ciento indicó que se había ido a las tiendas acompañando a alguien porque “no había nadie disponible para ayudarle con sus compras”.
La académica enfatizó que los hombres necesitan asesores expertos y una prueba tecnológica, opiniones de otros o bien una garantía muy específica para realizar sus compras satisfactoriamente.