FERNANDO NOLASCO 
La Subsecretaria de Control Penitenciario del Estado de México proyecta para el 2019 ampliar la industria penitenciaria, para darle trabajo a los internos de los 22 centros de reinserción social, donde se encuentran recluidos más de 27 mil personas, entre ellas mil mujeres, que podrán acceder a un empleo que les permita obtener recursos económicos. 
Actualmente en siete centros penitenciarios existen siete empresas que otorgan trabajo a los presos de Ecatepec, Neza Bordo, Chalco, Penitenciaria Modelo, Texcoco, Otumba y Santiaguito, donde laboran mil personas privadas de la libertad, cifra que en 2019 se puede incrementar a través de la firma de convenios con empresarios e industriales de la entidad. 
La dependencia dio a conocer que en la industria penitenciaria las personas privadas de su libertad trabajan en el armado de pinzas para la ropa, creación de figuras de foamy, industria de la confección, fundición de aluminio y la elaboración de bancas, arbortantes, rejas, bancas y sillas, entre otras piezas para los jardines, costura de balones, tejido en sillas de madera, armado de herrajes para puertas, fabricación de estructuras metálicas, reciclado de plástico y tejido de figuras de estambre, trabajos por los que perciben un salario. 
Los recursos que reciben los internos se distribuyen en tres aspectos: el primero para un fondo de ahorro, el segundo para la reparación del daño, y el tercero para ayudar a su familia en la economía diaria. Hasta el mes de julio de este año el salario para las personas privadas de su libertad era un máximo de 146 pesos por día. 
En los 22 centros preventivos, 16 mil internos se dedican a la elaboración de artesanías, como bordado de plata en cuero, tallado de madera, repujado en madera y aluminio, pirograbado en madera, tejido con hilo y papiroflexia. 
El resto de la población, es decir 2 mil 200, dan mantenimiento de limpieza y elaboran alimentos en las cocinas, 8 mil 100 asisten a actividades educativas, deportivas, artísticas y de labor terapia.