Ante la pretensión del gobierno federal por legalizar los llamados autos “chocolate”, Coparmex Estado de México y la Asociación de Distribuidores de Automóviles en la entidad (AMDAMEX) se pronunciaron en contra de la medida, señalando que de legalizarlos, se tendría un impacto negativo en el empleo, abonaría a la inseguridad y a la comisión de delitos, así como a la contaminación.
Jesús Trigos Rodríguez, presidente de Coparmex Estado de México refirió que más de un millón de vehículos chocolate ingresan al país por las zonas fronterizas, de los cuales el 10% logra llegar al centro del país, afectando al Estado de México.
Y es que, en recientes días el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que en breve estaría lanzando una campaña para regularizar este tipo de vehículos, los cuales carecen de certidumbre al no contar con documentos en regla, ser altamente contaminantes y nocivos.
“Para Coparmex Estado de México, regularizar los autos chocolate es permitir la ilegalidad, además en el difícil contexto de la crisis económica provocada por el Covid y la lenta recuperación que estamos teniendo, es un duro golpe para el sector automotriz y para nuestra economía, puesto que representa el 20 por ciento del PIB (Producto Interno Bruto) de manufactura nacional”, dijo.
Tras el pronunciamiento, hizo un llamado a las autoridades para que fortalezcan el estado de derecho, ya que, de no hacerlo, advierten provocarán que el país se convierta en un “basurero” automotriz que impactará en la pérdida de empleo, la disminución de la recaudación de impuestos, afectación a la confianza de la inversión, daño al medio ambiente, riesgo a la vida de conductores y terceros por el mal estado de los autos y distorsión de la competencia económica.
Al respecto, María de los Ángeles Arriaga Albarrán, presidenta de AMDAMEX agregó que este tipo de autos introducidos de manera ilegal en el mercado mexicano, no deben ser regularizados, toda vez que afectan a la industria automotriz y a la estabilidad social, ello en razón a que cerca del 60% de estos, son utilizados para cometer ilícitos al no tener placas de circulación y no contar con documentación que acredite su procedencia.
En este sentido, también recalcó que los precios de vehículos nuevos y seminuevos son competitivos y generan diversas ventajas: oportunidades de financiamiento, cuentan con garantía, existen refacciones, no contaminan, tienen certidumbre jurídica y son deducibles de impuestos.
