Tras los incendios, los bosques mexiquenses enfrentan otro desafío, pues la vulnerabilidad de los árboles por las llamas los aumenta la probabilidad de que las plagas y hongos los infesten.
De acuerdo información de la Protectora de Bosques del Estado de México (Probosque), la prolongada sequía y los incendios han favorecido la incidencia de plagas en varias regiones como Ocuilan, la Sierra de Nanchichitla y el Izta-Popo.
Entre las plagas más preocupantes se encuentran los escarabajos descortezadores, como el dendroctonus mexicanus y el Dendroctonus frontalis, que se alimentan del tejido de los árboles y pueden provocar su muerte.
También se ha detectado la presencia de hongos xilófagos, que se alimentan de la madera y causan graves daños.
La Comisión Nacional Forestal señala que factores como heladas tempranas, sequías prolongadas, incendios forestales y contaminación pueden causar plagas y enfermedades en los árboles.
En el Estado de México, el insecto descortezador es la plaga más común, presente en 85% de los casos de infestación, no solo en bosques, sino también en zonas arboladas como los parques.
En ese sentido, se adelantó que Probosque analiza más acciones a tomar para rescatar los bosques afectados y realizar actividades preventivas para evitar la propagación de plagas.