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Incentiva EdoMéx la investigación y ecotecnias en alimentos sostenibles

Promueve el cultivo de maíces nativos como oportunidad para tener alimentos resistentes al cambio climático. | Foto: Especial  

Trabaja para la disminución de fertilizantes químicos en las parcelas de cultivo y la incorporación de compostas para la salud del suelo y a la sostenibilidad ambiental.


Para tener alimentos resistentes al cambio climático, la Secretaría del Campo y el Banco de Germoplasma del Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal (Icamex), realiza acciones encaminadas a la investigación y el impulso a las ecotecnias en alimentos.

Ejemplo de ello es el establecimiento de una parcela de regeneración de 100 muestras de maíces nativos de la entidad que estaban en resguardo del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y Trigo (CIMMYT), provenientes de colectas realizadas entre los años 1940 a 1980.

María Eugenia Rojano Valdés, Secretaria del Campo visitó esta parcela, cuyo propósito es la regeneración, incremento y conservación de dichas especies para su resguardo como patrimonio biocultural del Estado de México dentro de sus cámaras en frío, impulsando así la identificación y selección de maíces nativos potenciales.

Recordó que la Secretaría a su cargo implementa acciones para defender el maíz como un grano pilar de nuestra alimentación, símbolo de identidad cultural y patrimonio ancestral del país.

El maíz representa la historia, la diversidad y la resiliencia de nuestras comunidades, y al protegerlo, aseguramos la continuidad de nuestras tradiciones y el bienestar de las futuras generaciones, agregó.

Además, en coordinación con las distintas áreas de la Secretaría del Campo se trabaja para la disminución de fertilizantes químicos en las parcelas de cultivo, así como en la incorporación de compostas como prácticas que contribuyen a la salud del suelo y a la sostenibilidad ambiental.

Estas técnicas ayudan a transformar desechos orgánicos en recursos valiosos y promueven un manejo más responsable de los residuos.

Al incentivar la colaboración y el intercambio de conocimientos entre los productores e investigadores, se fomenta un sentido de comunidad y apoyo mutuo que puede ser crucial en la construcción de redes de producción sostenible.