La violencia estremeció a Toluca con el asesinato de un hombre y una mujer en la colonia Ocho Cedros la tarde de este viernes.
Ambos fueron baleados cuando estaban a bordo de una camioneta Jeep con placas de la Ciudad de México en lo que se presume fue un intento de asalto.
Hace apenas una semana, a unas cuadras de la escena del crimen, un joven fue baleado en una pierna. La víctima había llegado desde Ixtapan de la Sal para comprar un automóvil y cuando iba a concretar la acción, fue agredido.
Estos sucesos reflejan el clima de inseguridad que se vive en Toluca, donde, según datos de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI, 77% de los habitantes mayores de 18 años se siente inseguro.
La percepción de vulnerabilidad alcanza su punto más alto en cajeros automáticos (84.6%) y el transporte público (83.4%), mientras que las calles frecuentadas habitualmente son percibidas como peligrosas por 67.5% de los ciudadanos.
A unas horas del informe de gobierno del alcalde Juan Maccise Naime, quien asumió la presidencia municipal tras la aprehensión de Raymundo Martínez Carbajal -acusado de secuestro exprés-, la administración cierra un año marcado por la inseguridad, el deterioro de la infraestructura y el descontento social, problemas que no parecen tener solución a corto plazo.
Inseguridad sin freno
Además de los asesinatos recientes, los habitantes de Toluca señalan un aumento en delitos como robos, consumo de drogas y violencia en espacios públicos.
De acuerdo con el INEGI, 63.5% de los ciudadanos ha cambiado sus hábitos para evitar ser víctima de la delincuencia, como dejar de portar objetos de valor.
La desconfianza en las autoridades locales también es evidente: solo 20.2% de los habitantes cree que el Ayuntamiento es capaz de resolver los problemas de seguridad que enfrenta la ciudad.
Esta falta de confianza se ve reflejada en la percepción sobre la Policía Preventiva Municipal, cuya labor es considerada efectiva solo por 38.8% de la población.
La desesperanza no solo abarca la seguridad actual, sino también el futuro, pues 68.8% de los encuestados considera que la delincuencia se mantendrá igual o empeorará en los próximos 12 meses, un indicador que evidencia el desencanto con la gestión de las autoridades municipales actuales.
Baches y fugas: el rostro del abandono
La infraestructura de Toluca también es motivo de inconformidad ciudadana. Vecinos de barrios tradicionales, como La Teresona, han denunciado el abandono de calles y avenidas, donde los baches y las fugas de agua son una constante.
Un caso emblemático ocurrió en el Paseo Matlazincas, donde los vecinos plantaron un árbol en una coladera hundida para advertir a los automovilistas del peligro.
El hundimiento, acompañado de una fuga de drenaje que llevaba días sin ser reparado, ha generado accidentes viales y riesgos sanitarios.
Además, la situación no se limita a Matlazincas. En gran parte de la ciudad, los habitantes reportan baches, fugas de agua y drenaje colapsado, problemas que afectan tanto la movilidad como la calidad de vida.
Falta de agua en comunidades periféricas
En comunidades como San José Guadalupe Otzacatipan, al norte de la ciudad, la crisis de agua potable ha llevado a los vecinos a bloquear vialidades principales, como la avenida José López Portillo y el Boulevard Aeropuerto, en exigencia de acceso al agua.
Los vecinos afirman que el presupuesto destinado a su comunidad fue utilizado para perforar un pozo en el centro de Toluca, dejando a Otzacatipan en completo abandono.
La falta de agua no solo afecta la calidad de vida, sino también la salud, ya que los habitantes se enfrentan a problemas de higiene, debido a la escasez. Pese a las promesas del Ayuntamiento, no se han iniciado las obras para resolver esta situación.
Un informe bajo la lupa ciudadana
Juan Maccise Naime presentará hoy el último informe de gobierno, pero lo hará en medio de un panorama de descontento generalizado.
Los asesinatos recientes, las protestas de bomberos y las denuncias por baches y falta de agua son evidencia de los pendientes que deja esta administración.
Aunque Maccise asumió el cargo en la recta final de la administración local, los ciudadanos consideran que su gestión no cumplió con las expectativas ni con la exigencia de dotar de servicios.
Con una percepción de inseguridad en aumento, infraestructura en deterioro y una desconfianza generalizada, el Ayuntamiento enfrenta el reto de cerrar su administración dando respuestas claras a las problemáticas que aquejan a la capital mexiquense, aunque las esperanzas de que lleguen las soluciones en 26 días son pocas.