Por Investigación Capital
Juan Maccise Naime pasó a la historia como el peor presidente municipal que haya tenido Toluca, pues en sólo 12 meses logró hundir a la capital del Estado de México en una crisis de bacheo, parálisis de obras, el peor suministro de agua potable y un millonario subejercicio presupuestal, dejando una estela de corrupción y desfalco, con lo que la ciudad cayó al lugar 139 de las 150 ciudades más pobladas del país.
Reprobado por el 62% de las y los toluqueños, según último sondeo de Consulta Mitofsky, el alcalde suplente deja de ocupar la silla del palacio municipal este jueves 19 de diciembre; se irá de vacaciones y sólo regresará el próximo 1 de enero para cumplir el trámite legal de entregar su oficina al morenista Ricardo Moreno Bastida.
En apenas un año de su administración, Juan Maccise Naime no sólo no pudo “reconciliar” a la capital mexiquense, como lo prometió, sino incluso zanjó la animadversión de amplios sectores contra su administración, incluyendo a trabajadores del ayuntamiento, entre ellos los bomberos a quienes les pagó su aguinaldo en abonos, además de su propio partido, el PRI, lo que se tradujo en entregar la plaza a Morena en las pasadas elecciones del 2 de junio.
En su fugaz trayectoria como presidente municipal, cargo al que llegó por un acuerdo partidista y no por mayoría de votos, Juan Maccise Naime paulatinamente se enemistó con distintos sectores de Toluca, a los que no cumplió, entre ellos al grupo priista en la Legislatura local que lo impuso en el poder.
Pésima labor
Al concluir el año, el municipio deberá regresar a las arcas federales más de 300 millones de pesos de subejercicio presupuestal, que el alcalde suplente no quiso o no supo gastar, con lo que prácticamente paralizó obras de beneficio social, de acuerdo a información pública hasta octubre pasado, amén de otros 100 millones de pesos que redujo, al inicio de su gestión, con el argumento de austeridad.
Juan Maccise Naime se va con un desfalco de más de 185 millones de pesos no reportados a las arcas públicas municipales, derivado de las infracciones de tránsito, pues de los 240 millones de pesos recaudados en 2023, hasta octubre de este año sólo se habían reportado 54.5 millones, lo que exhibe corrupción o incompetencia para cobrar.
El alcalde suplente de Toluca heredará, además, conflictos laborales derivados de haber echado a la calle al menos a un centenar de trabajadores, para luego ocupar los puestos vacantes para su beneficio personal, a través de incondicionales, “inflando” la nómina en al menos 10 millones de pesos de lo destinado a este rubro en 2023.
La inestabilidad de su breve gestión se traduce también en que “tan sólo en el Instituto de la Mujer se nombraron dos directoras; a pocas semanas de concluir la gestión cambió al secretario del ayuntamiento; a lo largo del año nombró a dos tesoreros, dos directores de administración; además de los múltiples cambios en la Dirección de Desarrollo Urbano y Obras Públicas”, refirió la regidora independiente Leticia Sánchez Álvarez.
Así, contrario a sus intenciones de asilarse en Morena, sus dirigentes ya le dieron el “portazo en la nariz” a Juan Maccise Naime al echarle en cara, durante la última sesión de Cabildo, la deficiencia en el abasto de agua, extorsiones por parte de la policía municipal, el estado crítico de las calles y la rampante corrupción, entre otros temas.
El enojo de la clase política mexiquense contra el alcalde saliente quedó en evidencia el pasado 16 de diciembre, durante la toma de protesta al próximo presidente municipal, Ricardo Moreno, donde fue evidente el vacío que le hicieron a Juan Maccise Naime
“Toluca, no está mejor que cuando asumió el cargo”, insistió la regidora Sánchez Álvarez al lamentar que la corrupción se haya agudizado en Toluca en este último año “y de la forma más descarada, se hicieron obras de mala calidad y se inflaron los costos dos o tres veces”.