Para Adolfo López Mateos aplicar el principio de justicia social, significaba abrir caminos para que el país avanzara, sin violencia, ni trastornos hacia la realización de sus más nobles aspiraciones, así, aprendió el valor de las instituciones y de la vida, en paz al amparo de la ley.
Ese fue parte del discurso que dió Alberto Curi Naime, secretario de Desarrollo Económico, en representación de los poderes del Estado, durante  la Ceremonia Conmemorativa por el CVIII aniversario del nacimiento del expresidente de México, Adolfo López Mateos, que contó con la presencia del gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, acompañado de la nieta del ilustre mexiquense, Juliana Solá López Mateos de Marín, así como la presidenta municipal por ministerio de Ley, Inés Sauceda Reséndiz,
Personalidades del gobierno federal y el gabinete estatal.
Curi Naime dijo que Adolfo López Mateos fue un notable estadista y decía que sentir las necesidades del pueblo, “ha sido y es la primera obligación del gobernante, sólo el que ama al pueblo puede comprenderlo y servirle bien”. 
De ese amor surgieron sus afanes, comentó, “la Reforma Agraria Integral, su inquebrantable alianza con los trabajadores y el impulso decidido a la seguridad social y el apoyo institucional a la niñez mexicana, reflejó su convicción de atender a los que siguen teniendo menos, pero que siguen siendo el alma de la República”.
Por ello, sus caminos fueron la libertad y la democracia. Ante ello siempre decía con elocuencia, “libertad sin orden, es anarquía y orden sin libertad es dictadura, cuando un pueblo tiene un propósito superior ha de servir y ha de vivir intensamente, pero siempre dentro del orden, sin el enorme prejuicio de la anarquía y la violencia”.