Si bien, el periodo de sequía actual en el Estado de México es compleja, Ernesto González Gutiérrez, secretario técnico de la vocalía de la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), dio a conocer que el actual gobierno ha diseñado una estrategia para la atención de la sequía consistente en ocho puntos fundamentales.
“Si bien es una problemática difícil y compleja la que estamos viviendo, hay herramientas para hacerle frente, no hay ninguna razón para generar pánico o confusión entre la población. Sabemos que el Estado de México a lo largo de su historia ha estado relegado bajo la sombra de la Ciudad de México; sin embargo, todo esto tiene que cambiar y debemos emprender acciones propias”, comentó.
Al participar en el foro “Agua, Conocimiento y Acción. Cooperación compartida frente a los desafíos de la escasez y contaminación”, explicó que como primer punto tiene previsto sostener encuentros con los principales empresarios industriales para solicitar una sesión temporal de volúmenes para apoyar la contingencia, sobre todo, beneficiando a la población.
“Ya se empezó a hacer el trabajo de acercamiento y aquellos empresarios industriales que no utilicen el 100% de su agua concesionada, podemos hacer una infraestructura para que se haga una aportación a la población, siempre llegando a un acuerdo en beneficio para todos, no es quitarles el agua sino hacer una reducción en los pagos, por ejemplo”, comentó.
Otro punto, dijo, es el identificar, diagnosticar y detener el huachicoleo del agua, empezando por Lerma, así como regularizar las conexiones de agua y frenar las tomas clandestinas y el consumo ilegal.
El tercer punto es la rehabilitación y mantenimiento de la infraestructura hidráulica, como lo son las redes de distribución y drenaje, plantas de bombeo, tanques y cárcamos; el cuarto, la realización de estudios y proyectos de saneamiento y aprovechamiento de agua residual tratada.
Quinto, la restauración y mantenimiento integral de fuentes de abastecimiento y la rehabilitación integral de pozos de agua potable que aporten a las zonas más afectadas por el recorte; sexto, promover políticas para la innovación técnica y social, tales como programas sociales de captación de aguas pluviales, ecotecnias ahorradoras y detección y combate de fugas.
El séptimo punto contempla el garantizar la seguridad hídrica y el reconocimiento formal de los derechos de las comunidades más afectadas, y el último punto la revisión y actualización de convenio del Sistema Lerma.