Una menor de entre tres y cinco años de edad, identificada como la niña de las calcetitas rojas, fue encontrada muerta el 18 de marzo de 2017 en un terreno baldío del municipio mexiquense de Nezahualcóyotl.
La pequeña vestía una sudadera verde, una playera lila con la imagen de un hada y unas calcetas rojas; su cuerpo tenía diversos golpes en cara, costillas, además estaba cubierto de tierra.
El caso de la niña conmocionó a la sociedad, se hicieron marchas para pedir justicia, se hizo un retrato hablado de ella para que sus padres o algún familiar pudieran reconocerla.
El 22 de marzo vecinos del lugar donde encontraron a la niña, junto con integrantes civiles y activistas, realizaron un acto de unión por la niña asesinada, solicitando a las autoridades del Estado de México que no la enviaran a la fosa común.
Sin embargo, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México la enterró el 2 de mayo en el Parque Memorial de Naucalpan, bajo el nombre de “Angelita’’.
Pasaron nueve meses para que los presuntos culpables de su muerte fueran detenidos.
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El fiscal General de Justicia del Estado de México, Alejandro Jaime Gómez Sánchez, confirmó la detención de su madre y su padrastro.
También se le realizaron exámenes genéticos tanto a la madre, como a una media hermana, con lo que se podrá establecer el parentesco.
De acuerdo con las primeras investigaciones la asesinaron “por no avisar que quería ir al baño“.
Las primeras declaraciones de Pablo y Jazmín detallaron que al hacerse del baño, golpearon a “Lupita” hasta dejarla inconsciente.
Al darse cuenta que estaba muerta, simplemente buscaron deshacerse del cuerpo, el cual fue arrojado en el Bordo de Xochiaca.
Mientras tanto la menor a la cual se le apodo como la niña de las “calcetitas rojas” fue identificada como Guadalupe “N”, sin embargo la menor nunca fue registrada ante el registro civil.