La evidencia científica ha asociado mayor riesgo de obesidad en niños con padres que padecen obesidad y estilos de vida poco saludable.
Se trata de un problema poco reconocido y normalizado en la infancia, siendo atendido hasta la adultez o cuando se ha presentado con otras comorbilidades.
En ese sentido, un gran porcentaje de adultos con obesidad ha registrado sobrepeso desde etapas muy tempranas, apuntó la doctora Mariana Josafat Narváez Ceseña.
La especialista con posgrado en psiquiatría infantil y de la adolescencia que labora en el Hospital Infantil Siglo XXI establece que sin duda alguna la obesidad infantil ha ido en aumento en la actualidad en especial entre pequeños de 6 a 9 años de edad.
Por esa razón, este padecimiento ocupa el primer lugar de enfermedades no infecciosas con mayor prevalencia en la etapa escolar, entre los 6 y 9 años de edad.
Comparte la especialista que, la muy alta obesidad infantil está asociada a cambios de estilos de vida, sedentarismo, alimentación poco saludable con altos niveles de calorías, niveles de crianza poco claros y con uso de límites difusos con altas horas diarias de pantalla televisiva.
A los anteriores, dice, debe agregarse una conducta alimentaria que en esta etapa van aumentando muy influenciados por la cultura, la familia y la búsqueda de aceptación e identidad que aparece en esta etapa, la salud mental juega un papel sumamente importante en esta enfermedad.
Las enfermedades mentales, agregó, hablando de ansiedad, depresión, problemas de aprendizaje por mencionar algunos, se asocian a niveles altos de estrés y con cambios hormonales que propicia el aumento de peso.