Más que las condiciones de pobreza y las limitadas oportunidades de desarrollo, la pandemia por el Covid-19, generó un mayor incremento en la emigración de mexiquenses y un alza en el monto de las remesas, así lo consideró el catedrático universitario y expresidente la Liga de Economistas Revolucionarios, Esteban Espinosa.

El profesor de la FES-UNAM campus Acatlán, apuntó que la expulsión de mexiquenses a Estados Unidos (EU) sin duda es por las condiciones de pobreza en que vive un alto porcentaje de la población, además, de los amplios sectores marginados tienen muy limitadas posibilidades de salir de la pobreza.

El especialista, aclaró que si bien en las últimas décadas la pobreza y la marginación generan la expulsión de mexicanos y de habitantes del Estado de México, en los dos últimos años se ha incrementado este fenómeno social.

Dio a conocer que en el último lustro, pero en especial en los dos últimos años han emigrado al menos medio millón de mexicanos. Y de estos, se calcula que cerca de 100 mil son habitantes del Edoméx.

Esta salida de habitantes se registra en especial en los sectores rurales y en las áreas marginadas de los distintos municipios mexiquenses.

Si bien el mayor porcentaje de los migrantes son hombres jóvenes, también se marchan a EU mujeres, adultos mayores, así como niñas y niños. La característica principal de todos ellos, es que viven en condiciones de pobreza o pobreza extrema, y que su futuro más probable es vivir en esas condiciones, lamentó el catedrático universitario.

Y dijo que, ante la pandemia, el fenómeno de la expulsión de gente al vecino país del norte se incrementó, las medidas de restricción de movilidad generaron la quiebra de un alto porcentaje del comercio informal.

Se tiene en el país, agregó, al menos 30 millones de trabajadores informales. Y de estos, al menos 15 por ciento son mexiquenses.

Por eso también crecieron las remesas, pues en muchos casos ante la falta de empleo, los familiares de las personas que viven en Estados Unidos, les pedían dinero extra del que les envían. Este récord de remesas tiene un sabor amargo para el país, porque representa el fracaso económico que no ha podido ofrecer oportunidades laborales a sus ciudadanos que se ven obligados a migrar en condiciones de altísimo riesgo.