Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem) consideró que ante las nuevas disposiciones en materia fiscal que ha implementado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para este año, el gobierno sigue sin mostrar una sensibilidad y apoyo hacia el sector privado.
Indicó que luego de un año complicado como fue 2019, donde el sector empresarial salió muy lacerado, con un nulo crecimiento económico, se esperaba un mensaje mucho más solidario y promotor de la llegada de nuevas inversiones, pero en su lugar, se comenzó un 2020 con una legislación fiscal mucho más complicada, especialmente para todos aquellos que pretendan emprender.
“Para todos aquellos que día a día sacrificamos o ponemos en riesgo nuestro patrimonio, la política fiscal la entendemos como un terrorismo fiscal, como parte de visualizar que todos los ingresos sean perfectamente declarados cuando no se tiene sensibilidad alguna de que no todos los ingresos que se tienen deben ser ingresos que generen algún tipo de ganancias”.
Asimismo dijo, la miscelánea fiscal tampoco considera factores internacionales como el hecho de que este año, Estados Unidos bajó su tasa de Impuesto Sobre la Renta al pasar de 35 a 21 por ciento.
El representante del sector empresarial en la entidad, explicó las nuevas disposiciones recargan todo el peso nuevamente en contribuyentes cautivos, esperando tener un aumento del 2.7 por ciento en recaudación este año, pero dejando nuevamente de lado el gran problema que es la informalidad y que al momento significa en 22.5 por ciento del Producto Interno Bruto.
“Seguimos pagando más y siendo más revisados los mismos, sean pequeños contribuyentes o grandes trasnacionales dándole vueltas al mismo problema y sin soluciones reales de largo plazo”.
En este contexto, precisó, lo mínimo deseado es que las autoridades Hacendarias tomen el tiempo y recurso para hacer la capacitación y certificación de quienes estarán a cargo de la aplicación de estas nuevas disposiciones, pues de otra manera las repercusiones serían lamentables.
“Están determinando reglas que le dan demasiadas facultades a las autoridades fiscales y no creemos que tengan las suficientes habilidades o sensibilidad para entender y no dañar al sector empresarial así como la generación de empleos”.