Una escuela es víctima de robo al menos dos veces al año y los principales ladrones suelen ser exalumnos y vecinos de la zona, comentó Susana Machuca, exdirectora de escuelas, y catedrática desde hace más de 36 años en educación básica, quien consideró que es reflejo de la escasez de trabajo.
Las instituciones educativas son blanco fácil para los amantes de lo ajeno, ya que éstos logran identificar las carencias del recinto en materia de seguridad debido a su cercanía con el mismo, explicó.
Ante ese panorama, en entrevista para CAPITALMEDIA, Susana Machuca detalló que “las escuelas son vulnerables porque no tienen la presencia constante de una autoridad, sólo van a la hora de la entrada y salida, después se van”.
Agregó, además, “si llega a haber algún altercado en el transcurso del día, tienes que hablar a la policía y en muchas ocasiones (los elementos policíacos) se tardan en acudir a la escuela, eso lo saben los ladrones, y se aprovechan de ello”.
En su experiencia, la docente, detalló que la mayoría de las veces, las escuelas suelen ser saqueadas en fines de semana, cuando la vigilancia se encuentra totalmente a cargo del conserje.
“(Los delincuentes) saben cómo vigila el conserje y a qué hora está la escuela desprotegida, porque aunque el velador está a cargo, muchas veces tiene que hacer sus cosas personales”,expuso.
El constante saqueo de centros educativos, según la especialista, depende de la zona dónde se encuentre, algunas son más peligrosas y los robos se dan con más frecuencia o en más planteles.
Resaltó que los principales artículos robados en los institutos, indicó, son los tecnológicos, como pantallas y equipo de cómputo.
Una de las técnicas implementadas como medida de seguridad para evitar los saqueos, es el control de quién entra y sale de las instituciones, sin embargo, en muchas ocasiones es poco útil durante los fines de semana, por lo que algunos recintos llegan a hacer uso de cámaras de vigilancia.
“La instrucción de las autoridades educativas de la SEP, es siempre tener más cuidado y ser más pertinentes en este tema”, informó Machuca, quien agregó “que exista el robo a las escuelas nos habla de la carencia laboral que hay, de la falta de empleos seguros que provoca que la gente delinca”.
De acuerdo con la docente, se estima que el robo con mayor incidencia a las escuelas ocurre durante los fines de semana, temporada vacacional y puentes, fechas en donde las instituciones se encuentran solas la mayor parte del tiempo, cosa que resulta conveniente para los amantes de lo ajeno, pues pueden entrar a los planteles ya que se encuentran vacíos.
A pesar de las chapas reforzadas en ciertas áreas de los edificios, los ladrones hacen de la suyas para lograr romperlas y entrar sin que nadie se dé cuenta; normalmente es hasta un día después cuando se descubre el saqueo.