“El coraje de vivir en un México, donde no hay justicia y las autoridades son insensibles nos ha quitado el miedo; donde haya que buscar a nuestros seres queridos ahí estaremos”, fueron las palabras de Leticia Mora Nieto, fundadora de Red de Madres Buscando a sus Hijos, integrada actualmente por más de 40 padres y madres de familia, quienes diario salen a las calles del territorio mexiquense y del país para hallar cualquier indicio que les pueda dar una respuesta, sobre dónde se encuentra su familiar que un día dejaron de ver.
En el Día Internacional de la Mujer a celebrarse este 8 de marzo, Leticia recordó, en entrevista para Capital Edoméx, cómo derivado de su lucha pasó de ser una madre de familia trabajadora, como más del 40 por ciento de las mujeres en el Estado de México, a una mujer buscadora.
Todo comenzó en el 2011, luego de la desaparición de su hija Georgina Ivonne, una joven de 21 años y madre de dos niños.
Ivonne salió de su casa en Atizapán de Zaragoza, rumbo a la tienda, por insumos para la cena que se encontraba realizando y la cual quedó a medio hacer, porque ya no regresó.
Cambia la vida
En esa época, indicó Leticia, “la desaparición de una mujer era una denuncia de hechos, no era un delito, no había Comisiones de Búsqueda, no había Comisiones de Víctimas, no había Fiscalía de Desaparecidos, no había absolutamente nada”.
En medio de un sistema sin herramientas para defender a las víctimas de un delito, las autoridades pidieron a Leticia esperar 72 horas para volver a levantar la denuncia y comenzar la investigación.
Dos años después, tras la localización del cuerpo de su hija en una fosa común en Pachuca, Hidalgo, a más de 98 km del lugar de la desaparición, la investigación arrojó que las primeras 72 horas fueron cruciales para evitar que le quitaran la vida a su hija, pues su asesinato sucedió en ese lapso de tiempo.
“Ha sido una lucha triste y devastadora. Tuve que dejar mi trabajo para convertirme en investigadora, en buscadora”, comentó Leticia.
“Mi trabajo me encantaba, era muy feliz haciendo lo que hacía, tenía mi trabajo, mi propio recurso, estaba en una situación muy buena. De repente desaparece mi hija, pido todos los permisos que el trabajo me daba para faltar, hasta llegar el momento en el que me dijeran, pues que ya no, ya no podía faltar y me orillan a renunciar”, detalló.
Esta misma experiencia, apuntó, la viven muchas de las madres buscadoras, “pierden sus trabajos para comenzar a buscar, salir a protestar, a hacer marchas a diario. Las mamás deciden renunciar para hacer las búsquedas que el gobierno no hace”.
Mora Nieto, indicó que más del 90% de la sociedad civil no tienen empatía con las víctimas, debido a que piensan que “están desaparecidos, porque se lo buscaron y porque creen que a ellos jamás les va a pasar”.
“Eso mismo lo pensé yo, inclusive antes de que mi hija desapareciera yo lo vi en el Movimiento por la Paz que venía con todas esas víctimas vestidas de blanco y mi pensamiento fue ese: que feo lo que les está pasando a esas personas, pero a mí no me va a pasar, porque no tengo motivos”.
Debido a la falta de información y atención por parte de las autoridades ante la problemática de desaparecidos, hay muchas mujeres que buscan a sus seres queridos solas, enfrentando un sistema que no les da respuesta sobre el avance en las investigaciones.
De ama de casa a buscadora
Entre ellas se encontraba Patricia Aguilar, madre de José Ricardo Lira Aguilar, desaparecido el 26 de febrero del 2016 en Ecatepec.
Patricia, quien posteriormente se integró a la Red de Madres Buscando a sus Hijos, pasó de ser una ama de casa a buscadora de su hijo, tomó en sus manos palas para acompañar a la red a las jornadas de búsqueda, logrando hallar restos humanos dentro de mochilas, en lugares como el Canal de Cartagena.
“Son descubrimientos feos e impactantes, pero seguimos sin perder la fe, esperando encontrar a mi hijo”, platicó en entrevista.
Luego de acudir a una cita con un médico familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Patricia Aguilar señaló que, tras estos años, su salud se ha visto mermada entre la gastritis y depresión, a causa de la desaparición de su hijo, pero el apoyo de las madres, su familia y las ganas de volver a ver a José, la impulsan a seguir adelante.
“Las mujeres somos guerreras, somos fuertes y vamos a seguir buscando a nuestros desaparecidos, así tengamos los gobiernos que tengamos, nosotros podemos y continuaremos buscando a nuestros seres queridos”, apuntó Leticia Mora Nieto, fundadora de Red de Madres Buscando a sus Hijos.