Tanto a nivel nacional como en el Estado de México, el nuevo decreto para regularizar los llamados autos “chocolate” afectará la industria formal de venta de automóviles, el empleo y la captación de impuestos.
De no aplicarse algunos paliativos, estos efectos negativos podrían disminuir hasta en un 20 por ciento la venta de automóviles nuevos y seminuevos.
Así lo consideró el economista y catedrático de la Universidad del Valle de Anáhuac, campus Coacalco, Esteban Ignacio Espinoza Castillo, quien afirma que debe reglamentarse y realizarse acciones para disminuir los efectos de los dos decretos presidenciales para regularizar autos importados sin trámites legales.
Un primer decreto, expuso, fue emitido por el presidente Vicente Fox en el 2005, el cual sigue vigente y nunca se ha abolido.
El otro lo emitió el presidente Andrés Manuel López Obrador hace unas semanas, dijo el también exsecretario general de la Liga de Economistas Revolucionarios (LER) del Estado de México.
Señaló que ante la legalización de los autos chocolates, existe una gran molestia de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).
El economista Esteban Espinoza, señaló que la AMDA considera que al regularizar los autos chocolate, sólo se premia a las mafias que ingresan ese tipo de unidades a México.
Por otro lado, compartió que el decreto emitido por el presidente López Obrador, permite salvaguardar la propiedad de las personas de un sector muy vulnerable.
Sin embargo, precisó, es necesario que se dé otro paso, que es el emplacamiento de estas unidades legalizadas.
El especialista apuntó que por el momento sólo se avanza en el registro de los autos chocolate, que a nivel nacional se estima son cerca de 8 millones de unidades y a nivel de la entidad mexiquense superan el medio millón.
Ante la imposibilidad de emplacar en México los automotores ilegales, en estos momentos con el decreto presidencial sólo se puede registrar la unidad ante la Secretaría de Bienestar, y sacar un amparo, pero no se puede circular en otras entidades o en carreteras federales por el riesgo de decomiso.
Aún así, explicó el economista, la medida afectará de manera severa a la industria automotriz mexiquense, a las distribuidoras de autos, la reventa de autos, el empleo formal y la recaudación de impuestos.
Y es que con el nuevo decreto presidencial sin duda vendrá una ola de compra de automotores chocolate, concluyó.