En atención a una solicitud de auxilio, elementos de Alta Montaña y Agreste de la Secretaría de Seguridad (SS) rescataron a un joven y a un menor de edad que se encontraban extraviados en las inmediaciones del Parque Estatal Sierra de Guadalupe.
El pasado 26 de noviembre, mediante el número nacional de emergencias 9-1-1, personal de la SS del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5), tuvo conocimiento de dos personas perdidas en las inmediaciones de este paraje natural; en la llamada una mujer, quien refirió ser madre de uno de los afectados, un adolescente de 16 años, explicó que por medio de mensaje de texto, su hijo le dijo que estaba en el cerro y que cayó a un barranco.
De acuerdo a la información aportada, el menor también mencionó que no podía moverse, además de que estaba junto a una piedra muy grande y que alcanzaban a ver un cerro en forma de triángulo; de manera inmediata, los operadores del C5 notificaron al personal en campo, quien implementó una célula de búsqueda.
Con las posibles características de lugar proporcionadas en el reporte, policías de la SS junto con un elemento de la brigada del Parque Estatal Sierra de Guadalupe, implementaron un operativo para dar con el paradero del menor y su acompañante de 19 años de edad. Tras recorrer el área, los uniformados escucharon gritos de auxilio a la altura del paraje conocido como El Picacho, en la segunda Joroba.
Al aproximarse, el cuerpo de seguridad identificó a ambos debajo de la Cañada de la Joroba; al ser cuestionados sobre su estado de salud, expresaron que sólo tenían dolor muscular, por lo que no fue necesaria la atención médica. Momentos más tarde, al ser guiados por efectivos estatales pudieron iniciar el descenso por sí mismos.
Los jóvenes manifestaron que salieron de su domicilio con dirección al paraje conocido como el Picacho; sin embargo, al subir tomaron la ruta hacia el paraje Camino Becerra, desconociendo el camino, por lo que contactaron a sus familiares, quienes solicitaron apoyo al Centro de Mando estatal.
Tras descender, los individuos fueron trasladados al paraje conocido como República, donde hicieron contacto con la madre de uno de ellos; posteriormente se retiraron a su domicilio por sus propios medios.