Con la llegada del obispo auxiliar Máximo Martínez Miranda, a partir del 7 de diciembre próximo, se registrarán algunos cambios en la Diócesis de Toluca, ya que éste, asumirá la responsabilidad como vicario general en apoyo al trabajo administrativo y pastoral del obispo Francisco Javier Chavolla Ramos.
Los proyectos para mejorar el proceso de evangelización en las más de 140 parroquias que integran la Diócesis de Toluca tendrán que permanecer en stand by ante la toma de posesión como obispo auxiliar de Martínez Miranda, precisó monseñor Fortino Barrueta Avila en entrevista con CAPITAL MEDIA.
Entre esos proyectos que serán enviados a archivo en tanto se determine con la nueva autoridad eclesial se encuentra la integración de una nueva Diócesis en Valle de Bravo con dos alternativas para su conformación atender las parroquias de las localidades de esa región del suroeste mexiquense con más de 25 mil habitantes, y sumar algunas localidades de la Diócesis de Atlacomulco.
Otra alternativa para conformar esta Diócesis y atender los objetivos de la pastoral sería dejarla con las parroquias propias de la municipalidad e incluir algunas más de Michoacán, ya sea de Morelia y Zitácuaro, aunque se trata de otro estado lo cierto es que la Diócesis de Ciudad Altamirano, por ejemplo tiene parroquias de Guerrero, México y Morelos.