Información de Guillermo Espinosa
Pablo Zamorano de Haro, es un biólogo marino, y es mexiquense originario del municipio de Tenancingo, actualmente vive en la “Isla María Madre” en el Archipiélago de las “Islas Marías”, donde es el director de la Reserva Ecológica de la Biosfera.
“Somos parte de la reserva de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, que tiene bajo su administración alrededor de 187 Áreas Naturales Protegidas en todo México y de lo que se trata es de preservar, conservar y proteger la riqueza natural y cultural de la Reserva de la Biósfera”
Zamorano de Haro destacó que la Biósfera comprende espacios que han sido poco perturbados por el ser humano y tienen ciertas características ecológicas de gran importancia, que merecen ser preservadas como son especies endémicas de un valor incalculable porque no las hay en otro lugar del mundo.
“Ecosistemas tan bellos como los que tenemos aquí, arrecifes coralinos, lo que hacemos en la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, es justo eso administrar y tratar de regular el manejo y uso de los recursos naturales”.
Entre las especies endémicas que habitan en la Reserva, están el cardenal, el loro cabeza amarilla, el caracara plancus cheriway o quebrantahuesos, el mapache, iguanas de diversas especies y el conejo de las Islas Marías entre otros; además en ella habitan especies en peligro de extinción como las tortugas carey y la prieta.
El Archipiélago se conforma por cuatro Islas, que son: la Isla San Juanito, la Isla María Madre (La Principal y única donde hay seres humanos) la Isla María Magdalena, la Isla María Cleofás, se encuentra a 62 millas náuticas, (unos 100 kilómetros del Continente) pertenecen al estado de Nayarit.
Área protegida
El decreto de Área Natural Protegida, data del 27 de noviembre del 2000 y desde ese año se convirtió en una Reserva de la Biósfera, aunque la historia del sitio es desde el 12 de mayo de 1905, cuando el entonces presidente de la República, Porfirio Díaz, por decreto ordenó el establecimiento de una colonia penitenciaria.
“Sin embargo, la actividad de conservación comenzó a tener más relevancia cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador, desincorporó del sistema penitenciario las cárceles que aquí existían y se da un enfoque de manejo, conservación y turismo de bajo impacto, para que todas y todos los mexicanos puedan visitar esta belleza natural”.
El biólogo marino, destacó que hace un año fue designado como director de la Reserva Ecológica de la Biosfera en las Islas Marías, su experiencia le ha permitido laborar en la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y sus órganos desconcentrados y descentralizados alrededor de 15 años.
“Somos un equipo, basto, porque la Conanp es muy amplia, pero aquí somos 15 personas, que son principalmente guardaparques, el administrador y su servidor, que dejamos alma, vida y corazón en este proyecto”
Ser el responsable del cuidado del medioambiente y los recursos naturales del Archipiélago, demanda todo su tiempo.
“Demanda que estemos presentes de manera permanente y se trabaja por guardias, en determinado tiempo estamos aquí y bajamos, entran relevos, pero siempre tenemos aquí a un grupo de compañeros”
Parte de dejar en su trabajo el alma, la vida y el corazón en lo que le gusta hacer por conservar la vida natural, también conlleva a sacrificar tiempo con su familia y seres queridos.
“Vale la pena”
“Sin duda, es un sacrificio muy fuerte, porque estamos, repito, en estancias muy largas y se extraña estar con la familia, en tu casa, con tus hijos, con tu esposa, pero el esfuerzo vale la pena, para conservar esta belleza”.
Pablo Zamorano, reveló que desde el cuarto de primaria dejó la casa de sus padres y terminó la preparatoria en Toluca, pero aseguró que cada fin de semana regresaba a Tenancingo, después de que cumplió la mayoría de edad -18 años- decidió estudiar la carrera de Biólogo Marino, porque desde pequeño le gustaba mucho el mar y le llamaba mucho la atención todo lo relacionado al mar y sus costas.
Visita familiar
En los días que hicimos la visita a las Islas Marías, a bordo del ferry que sale desde de Mazatlán, Sinaloa y que por casi cuatro horas y media navega por aguas del Océano Pacífico, su esposa “Elenisa” y su hija de 13 años, “Kimy” se trasladaron a la Isla María Madre a visitar a Pablo, aunque él sabía que iban a visitarlo no dejó de ser una gran sorpresa.
“Para mí significa algo, muy grande que conozcan en donde laboramos, con quién y cómo trabajamos, bajo qué condiciones”
“Te revive, te reanima, pues ya llevamos un periodo largo, ver a tu familia cuando baja (del Ferri), saludarlas y abrazarlas, sin duda da más fuerza para lo que viene, traerlas como invitadas es algo que te permite hacer más amena tu estancia”.
La señora “Elenisa”, reconoció que es un esfuerzo difícil, pero verlo tan contento, tan comprometido con su trabajo era importante para nosotras, venir a ver cuál es la realidad en la que está Pablo.
“Quedamos maravilladas, con tanta belleza natural, sabemos cuál es su compromiso aquí y estamos trabajando en equipo en el sentido de apoyarlo para estar bien como familia, el sacrificio vale la pena”.
“Kimy”, su hija, dijo que se emocionó mucho al visitar a su papá, porque ya lo quería ver y abrazarlo.
“Conocer su vida y como es profesionalmente su trabajo, emociona”
Zamorano de Haro, invita a las y los mexicanos a visitar la Reserva de la Biósfera “Islas Marías” ya que es sin duda una grandiosa experiencia.