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Migrantes prefieren deambular por las calles, evitan los albergues

 

Al refugio temporal de Huehuetoca la mayoría de los migrantes sólo acuden a bañarse y a comer algo


Las organizaciones humanitarias han adaptado como refugio para migrantes la estancia localizada en el municipio de Huehuetoca, una de las zonas más recurrentes donde se reúnen los indocumentados provenientes de Honduras, Venezuela, Guatemala y El Salvador, es el área conocida como ‘el basurero’, ubicada a 3 kilómetros del albergue ‘Casa del Migrante’, que es una zona de encuentro para abordar el tren y continuar su viaje hacia el vecino país del norte en busca de una mejor calidad de vida.

Muchos de estos migrantes prefieren deambular por las calles y avenidas en busca de una moneda, comida o ropa que les regala la gente, pues no les gusta acatar las reglas de los albergues, prefieren incluso pernoctar en la calle.

Los vecinos de la comunidad de San Bartolo confirmaron que autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), siguen realizando operativos en la región para controlar el flujo migratorio y garantizar la seguridad tanto de los migrantes como de la población local.

En la Casa del Migrante San Juan Diego, ofrece servicios de hospedaje, alimentación y atención médica básica, y está a cargo del Presbítero Eloy Ulises Vargas Peña, quien funge como administrador del albergue.

En este refugio temporal la mayoría de los migrantes sólo acuden a bañarse y a comer algo.

Por su cercanía con las vías del ferrocarril tratan de seguir su viaje de manera inmediata a bordo de “la bestia”, como ellos le nombran al tren con destino al norte del país.

Estos albergues subsisten mediante donaciones que hace la gente, así como organismos humanitarios.

Los responsables de estas casas de migrantes temen que ante las amenazas de deportaciones masivas una vez que el próximo 20 de enero inicie el gobierno de Donald Trump como presidente de los EUA, deben adaptar estos albergues temporales para recibir mucha más gente.

Y no solo eso, también deben multiplicarse los albergues con la participación de la sociedad civil y del gobierno, comentan.