El Estado de México, ocupa el segundo lugar en interrupción de embarazo, realizado en la Ciudad de México; al menos, 50 mil 404 mexiquenses han optado por el aborto legal.
En el Estado de México, la interrupción del embarazo no está despenalizada, por lo que las mujeres mexiquenses han acudido a la capital del país a llevar a cabo este proceso.
Según las cifras oficiales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México, indican que desde 2007 a abril de 2018, 194 mil 505 mujeres han acudido a algún centro médico, ya sea público o privado, a realizarse una interrupción de embarazo, de las cuales, más de 50 mil son de origen mexiquense.
En primer lugar de interrupción de la gestación, según los registros, se encuentra la propia Ciudad de México, con 136 mil 866 casos, seguida del Estado de México, con 50 mil 404 casos, Puebla con mil 165 e Hidalgo con mil 9 casos.
Al menos, 46 por ciento de las mujeres que tomaron esta decisión tienen entre 18 y 24 años; 23 por ciento entre 25 y 29 años y 13.5 por ciento entre 30 y 34 años.
En los registros de Interrupción Legal del Embarazo (ILE), se estima que 40.5 por ciento de estas mujeres sólo terminaron la secundaria, mientras que 32.6 la primaria y 17.5 estudió una licenciatura.
Respecto a su ocupación, 34.8 por ciento declaró estar realizando actividades del hogar, 25.1 estudiante y 24.2 por ciento empleada; sólo 0.7 era profesionista y 0.2 por ciento era obrera.
El procedimiento más utilizado es el medicamento, más de 148 mil mujeres lo implementaron, seguido de la aspiración, con 42 mil 567 casos y, en último lugar, el legrado uterino con tres mil 42 casos.
La discusión, sobre la despenalización de la interrupción del embarazo en el Estado de México se encuentra congelada en el Congreso Local y no ha sido discutida ni en comisiones.
“Que una interrupción se haga con calidad y requerimientos adecuados, no quiere decir que no haya complicaciones, es decir, hay riesgos cuando se hace de manera legal o clandestina”, indicó Marco Antonio Mendieta, médico ginecoobstetra de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).
En entrevista con CAPITAL MEDIA, el especialista dio a conocer que entre las complicaciones que se pueden presentar por realizarse un aborto clandestino se encuentran: la perforación del endometrio, infecciones y sangrado; y ese mismo riesgo se corre en un aborto legal.
Mendieta Mazo, comentó que una de las técnicas para la interrupción del embarazo, es a través de pastillas, las cuales se usan como dilatador cervical; sin embargo, precisó, que esa técnica es empírica y en algunas ocasiones genera quemaduras, sin deshacerse del producto, debido a que “hay úteros que no reaccionan”.
El gineco-obstetra recordó que cada cuerpo es diferente y la edad es también un factor de riesgo, “como en todo proceso quirúrgico la edad siempre representará un riesgo, una mujer mayor puede presentar problemas cardíacos y alergias”.
Aunque la interrupción del embarazo está penalizado en el Estado de México, muchas se realizan más de un aborto, ante ese panorama el especialista explicó que la práctica constante puede generar Síndrome de Asherman, problema que provoca que las paredes del endometrio se peguen al generarse adherencias, ocasionando que la cavidad uterina se haga estrecha o más pequeña.