El artículo 10 de la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR), establece que los municipios tienen a su cargo las funciones de manejo integral de residuos sólidos urbanos, que consisten en la recolección, traslado, tratamiento, y su disposición final; sin embargo la recolección de basura puede ser un negocio para las empresas privadas y recicladoras.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cada mexicano produce al año un promedio de 320 kilogramos de Residuos Sólidos Urbanos (RSU), de los cuales alrededor de 40 por ciento son susceptibles de ser aprovechados, lo que abre la posibilidad de negocio en las recicladoras, pues todos estos residuos, son conocidos como el oro gris.
José Juan Labra Rosano, director general de la empresa recolectora La Ross, con más de 20 años de experiencia, precisó que pese a que lo marca la ley, los ayuntamientos no están cumpliendo con la recolección de los residuos, y esto ha representado una oportunidad para las empresas que a través de convenios subrogan el servicio para dar destino final a la basura.
Explicó que para poder participar en ello, se necesita contar con una licencia de funcionamiento que se renueva cada año, expedida por la Secretaría de Medio Ambiente de la entidad, misma que implica laborar dentro de la formalidad, es decir contar con registro y asegurar que la disposición final se da en lugares autorizados.
En este sentido, indicó que para el Valle de Toluca se cuenta con tres rellenos sanitarios autorizados, en los municipios de Xonacatlán, Zinacantepec y San Antonio la Isla, los cuales son operados también por empresas privadas.
Labra Rosano, precisó que para poder tirar la basura en estos lugares se tiene que cubrir un costo de 190 pesos por tonelada, agregando que diariamente se recolectan en promedio mil 200 toneladas, mediante la instalación de contenedores, que van desde tambos hasta los de una capacidad de mil 100 litros.
Las empresas privadas, dijo, cobran en promedio 400 pesos por tonelada, lo cual pareciera mucho, pero la realidad es que desafortunadamente, derivado de la competencia desleal, la recolección de basura ya no es negocio.
“Hace diez años sí era muy rentable, pero ahora ya hay muchas empresas y la competencia es tremenda, todo empezó con alguien que cobraba la mitad, el otro que se la llevaba gratis, hasta que uno más dijo, yo te pago”.
Esto se debe a que en todos lados ya existen camioneas que por cinco pesos se llevan la basura, el gran problema es que la tiran en lugares prohibidos o la queman luego de haber separado los materiales para reciclaje.
Reciclaje, la otra cara del negocio
José flores, director de la empresa Reciclatrónica en Toluca, dedicada al acopio de desperdicios industriales y materiales como metales, cartón, papel y pet, señaló que últimamente las empresas dedicadas a la recolección de residuos han tenido que migrar al reciclaje, ya que se suele ganar más dinero de este modo.
En este sentido explicó que se hace la compra directamente a las empresas, casas y negocios; se hace la recolección a través de una pequeña flotilla de camionetas, se procesa, se separa y posteriormente, en las instalaciones, se prepara para su reventa en las plantas tratadoras más grandes.
Señaló que si bien es un negocio rentable, como cualquier empleo, sólo da para vivir y tener un ingreso, pero de ninguna manera este negocio se puede comparar con una oportunidad de hacerse millonario, toda vez que la competencia aquí también ya es muy dura.