Tristeza, dolor y un profundo pesar invaden al municipio de Ocuilan, Estado de México, pues sus iglesias registraron daños severos con el sismo del pasado 19 de septiembre.
“El daño material o económico no es el problema, nos dolió nuestra iglesia, nuestra Virgen”, dice Berny López, mayordomo de la Iglesia Santa María, un recinto del Siglo XVI que hoy está entre los escombros.
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“Aquí nos mueve la religión católica (…), todos estamos dolidos e incluso podríamos hablar de un luto”, insiste el habitante de la comunidad de Santa María, mientras sostiene un retablo cubierto de oro dedicado a la Virgen de la Asunción.
De entre los escombros, niños, jóvenes y adultos remueven “piedra por piedra” para recuperas las piezas doradas, pues 30 días antes del temblor habían concluido las tareas para recubrir de oro el retablo.
“Hace tres años empezaron estas labores, lo hicimos por partes y con el apoyo de la gente, y se terminaron este año, justo antes de su festividad, el 15 de agosto”, señala el joven nativo, quien hoy porta un chaleco de Protección Civil y un casco porque -dice- “tenemos que hacerlo nosotros, sino quién”.
Mientras algunos retiran las grandes cantidades de escombro con maquinaria pesada, picos y palas, otros forman una cadena humana para llevar “mano por mano” cada piedra y apilarla, algunos más usan sus manos y cucharas, de manera muy delicada, para rescatar el oro y después depositarlo en pequeñas cubetas.
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López recuerda que la cantidad del material precioso ascendía a más de 600 mil pesos y “todo fue colocado con la ayuda del pueblo y varias mayordomías”.
Otra iglesia afectada fue la del Señor del Calvario, cuyo recinto destaca por la imagen del Cristo que apareció en 1537 en una roca y cada año recibe miles de visitas de los creyentes para agradecer los milagros recibidos.
Ubicada sobre la calle 20 de Noviembre, cerca del ayuntamiento municipal, el inmueble registró daños de consideración en las estructuras laterales y una de las torres, en la cual ya han sido colocados polines para evitar su caída.
El dolor y consternación es igual para este inmueble, pues tiene fisuras en el muro que sostiene el altar y los pliegues de brazos del Cristo muestra rupturas. “Es increíble lo que paso”, evoca un señor, quien entró a mirar y persignarse.
También se colapsó la parte frontal de la Parroquia de Santiago Apóstol, construida igualmente en el Siglo XVI y cuya atracción es un retablo trabajado exquisitamente en madera y hoja de oro.
“Todo está destruido: las oficinas de y la casa que alberga al párroco y otros dos padres”, comenta el señor Rubén Guadarrama Valdez, mayordomo de esta capilla.
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El presidente municipal de Ocuilan, Félix Alberto Linares González, comenta que el sismo de 7.1 grados Richter, con epicentro en Axochipan, Morelos, dejó unas 15 iglesias con daños.
Dice que esta zona es una ruta de santuarios, donde hay iglesias que datan del Siglo XVI, “y si nos pega la cuestión económica”, sin embargo, la mayor preocupación es la prontitud con la que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) actué para determinar los daños en ellas.
Espera que el apoyo de la Secretaria de Cultura, Cámara de Diputados y asociaciones religiosas puedan sumar recursos para reconstruir “pronto las iglesias y que no pase tanto tiempo”.
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