El Edoméx alcanzó el primer lugar a nivel nacional de indetectabilidad de Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en personas con este padecimiento, en un porcentaje de 94 por ciento.
Rodrigo Rodríguez Briseño, Coordinador de Salud del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), puntualizó que lo anterior es reflejo del compromiso colectivo con la excelencia en el cuidado y la vida digna de los usuarios, además impulsa a trabajar con pasión e innovar en las prácticas para garantizar que cada paciente reciba la atención y el apoyo que necesita para lograr un bienestar pleno y saludable.
La indetectabilidad es parte del tratamiento integral
En el marco de la ceremonia de entrega de Reconocimientos a médicos tratantes de pacientes viviendo con VIH por lograr el primer lugar a nivel nacional en indetectabilidad, donde acudió en representación de la Secretaria de Salud, Macarena Montoya Olvera, agradeció a quienes hacen posible este logro, lo que pone de relieve que juntos contribuyen a construir un enfoque integral, que pone al paciente en el centro de todo lo que se hace.
Por su parte, Gabriela Estrada González, Directora de Servicios de Salud del ISEM, destacó que con lo anterior se demuestra que el personal de salud, más que ejercer la medicina tienen un compromiso con la vida, la dignidad y el bienestar, pues llegar a ser indetectable no sólo significa controlar el virus, sino también abrir la puerta a una vida sin miedo, sin estigmas y con esperanza.
En tanto, Sonia Echeverri Frías, Jefa del Departamento de VIH/Sida/ITS-VHC, reconoció a los médicos que son un pilar fundamental en la lucha contra el VIH, ya que su trabajo incansable no sólo mejora la salud de sus pacientes, sino que también construye un futuro lleno de esperanza y posibilidades, pues cada día se está más cerca de un mundo donde este padecimiento ya no sea una amenaza, sino con tratamiento permita a las personas vivir plenamente.
Al hablar a nombre de los galardonados, Maribel Estrada Garrido, Doctora del Servicio de Atención Integral (SAIH) Atizapán de Zaragoza, afirmó que cada paciente es una historia de lucha, esperanza y resiliencia, por lo que poder acompañarlos en su camino hacia una vida plena y saludable es un privilegio inmenso, porque su fortaleza inspira a seguir adelante y a mejorar continuamente.