Gran riqueza natural, cultural, histórica, gastronómica y artesanal poseen los destinos turísticos de la entidad como Tenango del Aire, el cual invita a vivir grandes experiencias.
 
Este municipio con vocación turística se ubica a una hora de la Ciudad de México y a una hora y media de Toluca. La historia de la localidad comienza en 1521 cuando los Tenancas llegaron a estas tierras y solicitaron a los de Tepopotépetl un lugar para asentarse. Ellos se los conceden y le llaman al lugar Tenanco.
 
El término del Aire se debe a que, el General Porfirio Díaz visitó varias veces el Pueblo de Tenango de Tepopula, como se llamaba antes y después de su erección como municipio en el año 1820; sin embargo, fue en una de sus visitas cuando mencionó que debería llamarse Tenango del Aire por los remolinos de aire que ahí se sienten.
 
Con la presencia de los volcanes Iztaccíhualt y el Popocatépetl en su horizonte, este municipio tiene un centro que vale la pena caminar. Frente a la plaza de armas se levanta la Parroquia y exconvento de San Juan Bautista, fundación dominica del siglo XVI que, si bien contiene elementos artísticos relativamente sencillos, es una de las mejor conservadas y acicaladas de la región.
 
Tenango del Aire tiene un pasado prehispánico, por lo que tiene el Centro Ceremonial Chucoatl, donde hay varios petroglifos, una cabeza de serpiente, un mapa hidráulico, y durante el solsticio de primavera parece que el sol sale del cuello de la mujer dormida, Iztaccíhuatl, además, un rayo solar toca la cabeza de la serpiente para después extenderse por el valle, fertilizando así la tierra para la nueva cosecha.
 
Para añadir a la lista de recintos culturales por visitar, se encuentra el Museo Casa de Madera, en el que las y los visitantes pueden admirar una colección de más de 10 mil piezas, agrupadas en 30 salas; ahí se encuentran diversas exposiciones de la época prehispánica, la colonia, la Independencia, el periodo Juarista, el siglo XIX y la Revolución, entre otras.
 
También destacan artículos religiosos, juguetes antiguos, mobiliario, instrumentos de arte y, en general, utensilios de la vida cotidiana, como tostadores de pan, navajas de afeitar, radios, máquinas de escribir, entre muchos otros objetos.
 
Frente al Museo se levanta el Espacio Cultural Muralla, un edificio donde se encuentran los talleres de manufactura de vitrales de Miguel Ángel Flores, egresado y maestro de la Escuela de Artesanías del Instituto Nacional de Bellas Artes.
 
El maestro Flores muestra el proceso de elaboración de vitrales y cuenta también con una galería de vitrales históricos mexicanos, piezas propias y esculturas en vidrio óptico de su hijo Héctor. La entrada es gratuita, de lunes a viernes de 10:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 19:00 horas; sábado de 10:00 a 14:00 horas.
 
En Tenango del Aire destaca la Hacienda San Andrés, que actualmente funciona como hotel y sitio para eventos sociales, además de ser un espacio de contacto con la naturaleza, gracias a sus campos de cultivo y su laberinto.
 
Respecto a la gastronomía destaca el mole, las carnitas, los mixiotes, el arroz y los tamales. Artesanalmente hay una gran variedad de bordados, piezas talladas en madera, cestería, jabones, así como vinos y licores tradicionales.