Para recibir al Arcángel San Miguel, los panteones de la zona norte de Toluca se transforman en un mar de cempasúchil, pues los otomíes están listos para recibir a los difuntos en los Días de Muertos. La comunidad otomí mantiene viva su rica tradición, mezclando creencias prehispánicas y católicas.
Los panteones otomíes se llenan de cempasúchil por el Día de San Miguel
Para Guadalupe García, vecina de San Cristobal Huichochitlán, esta época es especial, pues el Día de San Miguel significa la primera batalla contra el mal de la temporada y para su comunidad, el regreso de los seres amados, en especial de los niños que se adelantaron a la otra vida y a quienes murieron de forma trágica.
“Esperamos a nuestros seres queridos, limpiamos las tumbas y adornamos con cempasúchil. Es una forma de mantener viva su memoria”,
señaló.
Consideró que, aunque la vida es dura, siempre encontramos manera de honrar a nuestros antepasados, pues la crisis económica no les permitió este este año comprar tantas flores como les hubiese gustado; sin embargo, dijo, aunque sea una flor que les señale el camino, la llevan.
La Mayordomía San Miguel Arcángel juega un papel fundamental en esta celebración, pues son los encargados de recordarle a los vecinos que es el Arcángel Miguel quien protege a las almas, especialmente a los niños y aquellos que murieron en accidentes.
La imagen del Arcángel es llevada al panteón para recibir a los difuntos.
En este contexto, la cultura otomí se hace presente en cada detalle. La comida, los pétalos de cempasúchil y las pláticas entre vecinos convierten el duelo en una celebración de la vida y la conexión con los ancestros.
Los Días de Muertos en los panteones otomíes de Toluca son una experiencia única que comienza en septiembre, llena de significado y tradición con la flor de cempasúchil. La comunidad se une para honrar a sus seres queridos y mantener viva su identidad cultural.