Con todo y que las mujeres representan el 53% de la fuerza laboral mexicana, -cifra que aumentó en la última década-, al sumar 6 millones 869 mil 183, las diferencias laborales respecto a sus compañeros de trabajo aún son marcadas, brecha que debe reducirse no con paliativos, sino con la normatividad y vigilancia en el ámbito laboral, destacó Jimena Reséndiz, investigadora y catedrática de la UNAM.
En contraste, el incremento fue significativo entre 2015 y 2016, con empleos formales para ellas, al pasar de 6 millones 534 mil 148 a 6 millones 869 mil 183, reportados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía  (INEGI) registró que atendiendo la situación conyugal de las mujeres, la tasa de participación económica es más alta entre las madres solteras (71.8%), divorciadas (71.7%) y separadas (68.3%), es decir, que casi siete de cada diez trabajan o buscan trabajo.
Madres
En la víspera de celebrarse el “Día de la Madre”, que desde hace 95 años se festeja en México por iniciativa del periodista Rafael Alducín, la investigadora de Ciencias Sociales, llamó a la reflexión sobre la verdadera condición que guarda el sector social que a base de fortaleza ha abierto espacios laborales ante las exigencias económicas y profesionales que modificaron los esquemas en millones de hogares mexicanos.
De acuerdo a las estadísticas de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, (ENOE),en el 2000 el porcentaje de mujeres trabajadoras en un puesto formal era de 33.6%; mientras que en el 2010 se dio mayor participación con 36.4%.
La participación de ellas en el sector labora propició el desarrollo de políticas públicas tendientes a apoyarla, comentó la investigadora al precisar que en el 2015 se observó un repunte en la generación de estancias infantiles por la Secretaría de Desarrollo Social en ayuda a trabajadoras en los grupos de menores ingresos, ya que  para el tercer trimestre de ese año, el  47.8% percibió entre uno y dos salarios mínimos, mientras que sólo el 4.9% de ellas recibió más de cinco salarios mínimos.
Trabajadoras
Esto demuestra que las mujeres trabajadoras siguen siendo objeto de inequidad en las percepciones y cargas laborales en cada centro laboral donde hay que incidir; las cifras revelan que la mitad percibe salarios bajos y con lo que ganan apenas pueden contribuir con una mínima parte en sus hogares y, por lo tanto, no les alcanza ni para pagar una guardería mientras ellas laboran.