Con el fin de que los municipios emprendan acciones preventivas ante desastres naturales, el Congreso Local hizo un exhorto a los 125 ayuntamientos, para que en el ámbito de sus facultades y atribuciones, actualicen y difundan sus respectivos “Atlas de Riesgos“.
Lo anterior al señalar que tras revisar a 77 de los Atlas de Riesgo existentes en la plataforma de la Coordinación General de Protección Civil y Gestión Integral de Riesgo, en el Estado de México, se advierten diversos años de actualización en los mismos, siendo los más recientes de 2021 en un 21%, en tanto que existen con mayor rezago de 2010 a 2015 en un 13% de los municipios.
Incluso, comentó la diputada proponente, Gretel González Aguirre, en algunos de los municipios de alto riesgo, como podrían considerarse los que se encuentran cercanos al Volcán Popocatépetl, se tienen Atlas de Riesgos de los años 2012 a 2015.
Los Atlas de Riesgos, especificó, son instrumentos de planeación territorial municipal, que permiten contar con los elementos para tomar decisiones, vinculando al gobierno local con el estatal y federal, además permiten generar estrategias preventivas, con el objetivo de salvaguarda de vidas humanas, disminuyendo el impacto socioeconómico de los fenómenos naturales, mitigando los riesgos existentes latentes y cuidando las inversiones en infraestructura pública y privada.
Ante ello, resaltó que no basta con cumplir la norma al sólo tener el documento, sino que es fundamental darle la importancia que tiene el contenido de ese documento, de su manejo y aplicación con la población del territorio al que corresponda.
“No basta que se publiquen los Atlas de Riesgos, es más importante materializarlos en acciones y proyectos que impacten favorablemente en garantizar la seguridad de la población, ya que al tratarse de un tema tan técnico, es fundamental la actualización de los estudios y aún más, generar mecanismos de difusión y concepción de su resultado”, dijo.
Por otra parte, la legisladora del PRI resaltó que es primordial también, generar capacitación constante, tanto de la población como del personal de protección civil, así como, un fortalecimiento de las capacidades de respuesta.
