Ante los embates contra el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se construye en el municipio de Texcoco, el sector empresarial del Estado de México pidió que se deje de politizar el tema y se le apueste a continuar la obra como se tiene pactada, ya que representa grandes oportunidades de competitividad para la entidad.
Prudencia y dar mensaje positivo
La Presidenta del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México (Concaem), María de Lourdes Medina Ortega, detalló que para los mexiquenses la obra contiene varias puntos favorables, en especial, para los habitantes de la zona oriente, porque recibirá la inversión nacional y extranjera más importante de su historia.
Para la zona centro de México representa la posibilidad de generar negocios, empleos y desarrollo social gracias a la oportunidad de dar cabida a los servicios que demandarán los usuarios.
Aseguró que el aeropuerto es el proyecto de infraestructura más grande del país con 190 mil millones de pesos de inversión público-privada, acción que no sólo permitirá generar empleos especializados durante los siguientes años, sino que desencadenará una serie de negocios, proveeduría y desarrollo.
“Se tiene una proyección de desarrollo de esquemas de transporte terrestre en las inmediaciones de la terminal, se requiere de comercio, de bienes y servicios. Es una oportunidad para la colocación de empleos especializados (pilotos, controladores aéreos, sobrecargos, desarrolladores estratégicos, constructores, entre otros), por lo que antes de pensar en frenarlo, hay que tener en cuenta los miles de millones de pesos que generará una vez puesto en marcha”, apuntó.
En ese sentido, se espera prudencia y madurez para atender los aspectos señalados durante el debate, pues pareciera que se quiere enviar un mensaje erróneo a los inversionistas, el cual es entendido como incertidumbre.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) en el Estado de México, Ariel Rodríguez Polo, enfatizó que para los empresarios mexiquenses, la obra es un punto de oportunidad para el desarrollo de cadenas de proveeduría, esquemas de distribución de mercancías y apertura de nuevos mercados.