En un acto de solidaridad y empatía, policías de tránsito del municipio de Toluca, realizaron una colecta para apoyar a los Reyes Magos en su llegada, a las familias que permanecen afuera del Hospital para el Niño.
Las y los oficiales contribuyeron con atole y pan para solidarizarse con quienes esperan noticias de sus hijos e hijas hospitalizadas y enfrentan noches de frío intenso.
Las familias que se encuentran en este lugar suelen instalar casas de campaña, lonas o hules para protegerse de las bajas temperaturas. Esta situación refleja su realidad: concentrar todos los recursos en los gastos médicos, dejando de lado otras necesidades básicas.
Solidaridad de la comunidad
Además de los policías, asociaciones civiles y particulares, se unieron a esta iniciativa para regalar alimentos calientes, roscas de reyes y juguetes.
Los pequeños que acompañan a sus padres a esperar noticias de sus hermanitos internados, fueron los principales beneficiarios.
“Es un gesto que no se olvida. Para quienes pasamos por esto, cada ayuda cuenta, porque todo se va en medicinas o transporte. Mis hijos no esperaban juguetes, pero se emocionaron al verlos llegar”, compartió Martha, madre de un menor internado por complicaciones respiratorias.
Melchor, Gaspar y Baltazar no solo se hicieron presentes a través de los obsequios, sino también con el espíritu de generosidad que caracteriza esta fecha.
Muchas familias señalaron que no habían podido planear nada especial para el Día de Reyes debido a la situación económica.
Esperanza en medio de la adversidad
Uno de los benefactores señaló que esta acción busca no solo apoyar con insumos básicos, sino también brindar ánimo y esperanza a las familias.
“Sabemos que están viviendo momentos muy difíciles, pero también queremos recordarles que no están solos”, comentó.
En tanto, uno de los policías que organizó la colecta destacó la importancia de involucrarse en este tipo de iniciativas.
“El uniforme no solo es para proteger; también podemos ser parte de algo más grande, algo que haga una diferencia en días complicados para estas familias. Tratamos de juntar la vaquita con frecuencia para traer aunque sea un pan”.
Un llamado a la empatía
El Hospital para el Niño, ubicado en la capital mexiquense, atiende a menores de diferentes municipios del estado, lo que obliga a las familias a trasladarse desde lejos, lo que incrementa los costos y las dificultades logísticas.
Por ello, las colectas y donaciones de particulares, empresas y grupos organizados resultan esenciales para aliviar un poco su carga.
Aunque el frío de la madrugada aún cala entre quienes aguardan afuera, el gesto de los policías y las asociaciones llenó el ambiente de calidez y gratitud.