La coalición del PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza, Fuerza y Corazón por México, postuló a sus candidatos a las 125 presidencias municipales.

Una de las designaciones más polémicas fue la de Aarón Urbina, quien por quinta ocasión buscará ser alcalde de Tecámac. La postulación generó la renuncia a ese partido del expresidente municipal, Eduardo Bernal, quien se sumó al PAN.

Para el catedrático universitario y doctor de Derecho electoral, Horacio Jiménez, dijo que existe una resistencia de todos los partidos a renovarse y postular nuevos cuadros.

Lo peor en cuanto a la imposición en Tecámac, agregó, es que la hija de Aarón, Lili Urbina fue postulada como candidata a diputada local.

De acuerdo con el especialista, Tecámac será el único municipio a nivel nacional, donde en la boleta estarán incluidos papá e hija para puestos de elección popular.

Horacio Jiménez, dio a conocer que tanto Aarón y Lili Urbina, han ocupado en más de 10 ocasiones la alcaldía y diputaciones por Tecámac.

Se trata, dijo, de un exceso inexplicable, que sólo se puede entender por la subcultura del cacicazgo y del apoyo de gobernadores, para que ambos ganen elecciones.

Y es que ninguno de los dos ha hecho un trabajo sobresaliente en Tecámac, municipio que tiene grandes cinturones de áreas urbanas y rurales en la marginación.

El catedrático Jiménez, afirmó que lo único muy sobresaliente que realizó Aarón Urbina es el Auditorio Metropolitano de Tecámac, elefante blanco que costó centenares de millones de pesos.

Y sin embargo, este auditorio sólo sirvió para un acto priista, para ser cerrado por fallas estructurales hace más de 10 años.