Los partidos políticos prefieren la denostación y la confrontación, a la difusión de la cultura política democrática, lo que ha propiciado en la ciudadanía el desencanto del sistema político mexicano, dio a conocer Christian Roberto Salazar Montiel, quien es especialista en temas electorales del país y académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Para los mexiquenses, los próximos comicios atraerán los reflectores durante el primer semestre del año, por ser una elección concurrente, en la que se elegirán alcaldes, diputados locales y federales, así como senadores y Presidente de la República, siendo esta última, la de mayor expectativa.
A nivel local, el proceso electoral se encuentra en etapas de convocatoria, y a nivel nacional se encuentra en precampañas, en la que precandidatos y partidos buscan posicionarse ante el electorado, siendo los ataques y la descalificación, las herramientas constantes.
Salazar Montiel, maestro en Estudios Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) Iztapalapa y licenciado en Ciencias Políticas por la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, señaló que por ley el Instituto Nacional Electoral (INE) y los partidos están obligados y cuentan con presupuesto para fomentar la cultura política democrática en el país.
A pesar de lo anterior, los partidos políticos, refiere el especialista de la Universidad Nacional Autónoma de México prefieren utilizar un discurso de confrontación y de enfrentamiento y dejar de lado la parte propositiva y constructiva que tiene la democracia, mediante la cual se podrían alcanzar acuerdos y alianzas, para impulsar políticas conjuntas que beneficien al país.
Esta situación, explicó Salazar Montiel, no ha contribuido a elevar la participación y la confianza de los ciudadanos en el sistema político electoral.
“Los partidos prefieren acusarse, prefieren denostarse, prefieren ridiculizarse a un gran extremo, que lo que ha ocasionado es un desencanto con la política, un desencanto con el sistema político y una falta de credibilidad del sistema político electoral”, puntualizó.
En las actuales precampañas para Presidente de la República, manifestó el especialista, más que discursos con contenidos y propuestas, lo que ha resaltado son las descalificaciones, que no contribuyen a que la ciudadanía se motive a participar, y al contrario genera hartazgo.
Las confrontaciones entre los personajes, que se encuentran inmersos en el presente proceso electoral, refiere el especialista, hace que la gente se aleje, se aburra y que piense que toda la política significa caer en corrupción, en malos manejos y desincentiva el interés por esta práctica.
El investigador manifestó que sería interesante escuchar a un candidato decir cómo va a convencer a los demás, para llevar a cabo políticas, no unilaterales, ni unipartidistas, siendo que en la actualidad, ningún partido político puede gobernar solo, ya que necesita de los demás.
“Pero cómo vas a obtener la colaboración de los demás, con un clima de acusaciones y enfrentamientos, incluso de batallas legales”, expresó el académico, quien reitera que sería por demás interesante escuchar a un candidato el cómo articular estos intereses, tan diversos, en políticas conjuntas.
En la presente elección, una de las hipótesis, señaló el especialista, es que el trabajo político que realice cada uno, así como sus estructuras, que se conoce como el voto duro, es lo que dará la ventaja, en una contienda tan cerrada y con el bajo nivel de participación al momento de la votación.