El Consejo Mundial de Boxeo (WBC por sus siglas en inglés), en trabajo coordinado con el Gobierno del Estado de México, a través de la Secretaría de Cultura y Deporte, dio a conocer de manera oficial, por medio de una conferencia de prensa digital, los detalles de la elaboración del cinturón mazahua-otomí del WBC, obra de arte elaborada por manos mexiquenses para el mundo.
“No saben lo que se siente tener en las manos este cinturón, es muy emocionante ver cómo iba creándose. La coordinación que hizo el Estado de México fue formidable”, dijo Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo, al inicio de la charla.
“Trabajamos muchas horas de la mano con la Secretaría de Cultura y Deporte del Estado de México. Decidimos dignificar dos culturas en esta ocasión 2020, la mazahua y la otomí. Queremos reconocerle y agradecerle el gran liderazgo que la secretaria Marcela González Salas, ha tenido ante su equipo, fue una dedicación absoluta y total para que esta pieza represente a la cultura mazahua”, agregó.
Este cinturón es una pieza artesanal de valor incalculable que honra a ambos pueblos originarios para conmemorar el 5 de mayo, y el cual debió ser entregado el pasado 2 de mayo en la pelea entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez contra el británico Joe Saunders, pero por la Jornada Nacional de Sana Distancia, la función fue suspendida.
Máximo Quintana Haddad, director General de Cultura Física y Deporte en la entidad mexiquense, explicó que fue un trabajo de dedicación absoluta, agradeció la confianza del CMB y se dijo contento de exponer las raíces mexiquenses a todo el orbe con este fajín.
“Fue un trabajo de tiempo completo, todo nuestro reconocimiento, y agradecimiento, a las hermanas Reyes por esas 400 horas trabajando en el diseño y la elaboración, son mexiquenses que nos enorgullecen.
“Así como es motivo de orgullo tener nuestras raíces mexiquenses ligadas a la cultura boxística, ya que se promueve y posiciona en todo el mundo; agradezco al CMB y a todo el equipo por la realización”, señaló.
Asimismo, destacó que el Centro Ceremonial Otomí ha sido cuna de grandes pugilistas, hombres y mujeres no solo de la entidad, sino de todo el país, gracias a las condiciones con las que cuenta.
“El Estado de México es un referente en materia de boxeo, el Centro Ceremonial Otomí es una gran referencia, se hizo famoso con Julio César Chávez, quien no es mexiquense por nacimiento, pero lo es por adopción, por sus largas horas que invirtió entrenando en este gran lugar, que combina tradición, rituales, ceremonias y el deporte.
“El “Terrible” Morales también es un huésped cotidiano, antes como boxeador, hoy como entrenador, y seguimos teniendo boxeadores de talla mundial, como Carlos Cuadras, “Rey” Vargas, Ibeth Zamora y cómo no recordar a Salvador Sánchez o al “Toluco” López y diversos exponentes mexicanos y mexiquenses.
“Ésta es su casa, nos tiene muy orgullosos este cinturón, que volteen hacia acá y que se pueda revalidar al Estado de México, no solo para nuestro país sino para todo el mundo”, manifestó.
El cinturón fue bordado por las hermanas Angélica y Lilia Reyes Martínez, artesanas mazahuas, quienes, comentaron, fue un reto y se realizó en tiempo récord, “nos llevó un mes realizarlo entre mi hermana y yo, trabajamos entre ocho y 10 horas diarias, a veces un poco más, para entregarlo en día y forma.
“Fueron más o menos 400 horas, estamos muy sorprendidas del trabajo, para nosotras fue un reto y gracias a Dios lo logramos, es un gran honor que nos tomaran en cuenta para trabajar este cinturón, representamos al Estado de México, a nuestra comunidad y nuestro municipio a nivel mundial, estamos muy contentas y nos da mucho orgullo”, explicó Angélica Reyes.
“Acerca de las figuras, la estrella nos representa como indígenas mazahuas, sí como los cuatro puntos cardinales; el venado es porque somos gente de venado, porque desde nuestros antepasados, se dedicaban a la raíz, al campo, y aquí en el monte donde vivían había venados, pero así nos hemos identificado, lo hicimos con mucho gusto, es nuestra cultura, nuestra tradición y nuestras raíces, ahí va un pedacito de nuestro corazón”, compartió Lilia Reyes.
También intervino el taller artístico mexicano Rubicó, quienes diseñaron en la parte central la placa plana de obsidiana negra de Teotihuacán que en tiempos prehispánicos se utilizaba para hacer puntas de lanza, cuchillos, joyería y espejos negros para ver a través de ellos el sol.
Para cuando las condiciones lo permitan, ya se está gestando la idea de hacer la develación del cinturón de manera formal para darle el valor que merece, aún no se sabe si se otorgará en la primera pelea que se pueda realizar, pero lo que sí queda claro, es que será dedicado para reconocer a las y los héroes verdaderos que están luchando por la población en estos momentos como el personal de salud y elementos de protección civil, bomberos y seguridad.