La inquietud que han mostrado los partidos Nueva Alianza (Panal) y Verde Ecologista de México (PVEM) por formar parte del Frente Ciudadano por México es un primer llamado y una forma de presión que le hacen al Revolucionario Institucional (PRI) para sentarse a negociar y a no descartarlos en las decisiones que toma el Gobierno del Estado de México, asegura el investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Eduardo Rodríguez Manzanares.
Desmoronamiento del PRI
La alianza, que hasta el proceso electoral pasado se mantuvo fuerte, de unos días a la fecha se ha ido desmoronando, la principal razón, el hecho de que el gobierno de Alfredo del Mazo no haya considerado a sus militantes para ocupar algún cargo dentro de su gabinete.
El catedrático prevé que al romperse el lazo de coalición entre los tres partidos “incondicionales”, el PRI tendría más que perder, al extrañar los porcentajes en la suma de cómo quedará la conformación de la Cámara de Diputados o Senadores, “si hoy el PRI tiene la mayoría absoluta es gracias a estos aliados e indudablemente puede impactarle, es cierto, el PRI ha equivocado su estrategia en torno a sus aliados”, indicó.