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Proponen Ley del Primer Salario Profesional para jóvenes egresados

 

El apoyo sería por un plazo de 6 meses para la obtención del título universitario, con posibilidad de ser extendido a 12 meses


La diputada priista, Paola Jiménez Hernández, ha propuesto expedir la Ley del Primer Salario Profesional del Estado de México, con la que se respalda la entrega de incentivos económicos a las juventudes en transición del estudio a lo laboral para alejarlos de la delincuencia y por el contrario, darles mayores oportunidades de crecimiento. 

Señaló que de acuerdo con la Encuesta Nacional de Egresados (2022), el tiempo promedio que tardan las y los jóvenes en conseguir empleo al egresar es de 3 a 6 meses, mientras que el 9.9% tarda menos de un mes en conseguirlo; asimismo, refiere que el 73.2% del salario promedio en el primer empleo es menor a los 8 mil mensuales.

En este tenor, la legisladora refiere que en cuanto a su primera oportunidad laboral, las dificultades que enfrentan suelen ser diversas y desafiantes, entre éstas la falta de experiencia laboral previa, la amplia competencia en el mercado laboral y la discrepancia entre las habilidades que se enseñan en la educación formal y las habilidades específicas que las empresas buscan en sus empleados.

Ante lo anterior, ha propuesto implementar el Primer Salario Profesional que beneficiaría a más de 20 mil jóvenes de entre 18 y los 28 años egresados y egresadas de las diversas instituciones educativas mexiquenses, con la creación de un incentivo económico bimestral de 50 Unidades de Medida y Actualización (UMAs), equivalente a los 5 mil 429 pesos, para egresados de universidades públicas y privadas.

El apoyo sería por un plazo de 6 meses para la obtención del título universitario, con posibilidad de ser extendido a 12 meses, incluyendo una certificación de habilidades profesionales.

El incentivo económico, dijo, les facilitaría la transición al salir de la escuela y comenzar en el mundo laboral; fomentaría su independencia; les permitiría invertir en el futuro tanto en su desarrollo personal como profesional; reduce desigualdades y sería un estímulo para la educación continua, es decir, para obtener capacitación adicional para mejorar sus habilidades y competencias y adaptarse a las demandas cambiantes del mercado laboral.