La importancia de que las mujeres escriban tiene que ver con las historias que cada una de nosotras guarda y que se puedan contar de primera voz, coincidieron las escritoras feministas Sandra Cara y Marisabel Macías, durante la tertulia literaria “Mujer y Literatura”, en el marco de la Feria Internacional del Libro Estado de México, FILEM 2024.
En el Foro “Sor Juana”, donde se llevó a cabo la tertulia, Sandra Cara destacó que hablar de la literatura escrita por mujeres y de su historia con un enfoque feminista es fundamental para reivindicar los escritos, las trayectorias y a todas las escritoras del pasado.
Ello permitirá, dijo, a las generaciones presentes y a las nuevas adueñarse de las creaciones para visibilizar que las escritoras existen y forman parte del mundo literario.
“A lo largo de la historia a las mujeres nos borraron de distintos ámbitos de la vida; el arte es uno de los más importantes, y dentro de este la literatura. Históricamente, la escritura la dominaron hombres y las mujeres teníamos que dedicarnos al ámbito del hogar. Actualmente, si bien cambian los contextos y los personajes, no cambia la esencia de nuestra realidad, si bien ya tenemos acceso a la vida pública, seguimos desarrollando labores de cuidado bajo las mismas condiciones”,
abundó.
La también directora general de la Editorial Corda Ediciones, apuntó que ante este contexto es necesario continuar abriendo espacios que visibilicen la labor de las mujeres en todos los ámbitos de la vida cotidiana, tanto en lo público como en lo cotidiano.
Las mujeres siempre han escrito
Por su parte, Marisabel Macías afirmó que es importante tener en cuenta que las mujeres siempre han escrito, aunque no las publiquen, las mujeres narran historias y las cuentan a otras personas, ya que muchas de las actividades cotidianas que realizan las mujeres históricamente dan cuenta que siempre han escrito.
“Es importante hablar y pensar en plural, además de en femenino, porque nos hace pensar en este vínculo que nosotras, diversas y complejas, tenemos con el arte y la cultura, es decir, como tenemos una relación muy específica con la escritura, porque, si bien compartimos una historia en común de relego, las historias particulares reconocen sí hubo escritoras y atravesaron sesgos que la cultura patriarcal les impuso”,
destacó.
La también gestora cultural mencionó que escribir las historias propias es una forma de cambiar los cánones literarios, por ello invitó a las mujeres a unirse a espacios que promuevan e impulsen la narrativa femenina para que estén acompañadas.