La Secretaría de las Mujeres del Estado, informó que por ahora descartan la posibilidad de ampliar la red refugios para las mujeres, sus hijos e hijas con los que cuenta la entidad, pues los nueve habilitados se encuentran a un 50% de su capacidad.

La titular de la dependencia, Mónica Chávez Durán, indicó que en su conjunto, los refugios atienden de manera mensual a 150 personas, siendo su capacidad para atender a 300.

Estos refugios, son considerados como un mecanismo seguro para salvaguardar la vida y asegurar que las mujeres cuenten con un espacio especializado que les ofrezca atención y servicios de calidad, para ellas, sus hijas e hijos, en el rubro de trabajo social, médica, psicológica y jurídica, se les da hospedaje, alimentación y vestido.

Además de brindarles esta atención integral, la secretaria explicó que los menores reciben clases multigrado y a las mujeres se les imparten cursos y talleres de capacitación para el autoempleo de forma gratuita, a través del Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial (ICATI).

“En los refugios tenemos la capacidad para atender a las mujeres que de acuerdo al diagnóstico pueden utilizarlo, de hecho tenemos más capacidad de la necesaria, por ello, dos refugios son Casas de Transición es decir, después del refugio, las mujeres que deseen continuar se van a este espacio”, señaló.

Y es que de acuerdo con lo establecido en el Protocolo de Egreso, Seguimiento y Vinculación de Usuarias, la permanencia de las víctimas en los refugios no podrá ser mayor a tres meses, a menos que persista su inestabilidad física, psicológica o su situación de riesgo, por lo que al término de su proceso, para su egreso las mujeres deben tener una red de apoyo viable y estable, ya sea con un familiar cercano, amiga, etcétera, que le permita vivir en un espacio seguro y lejos del agresor; o bien, cuando no exista ninguna red de apoyo, se le hará saber a la usuaria del servicio de Casa de Transición para un posible traslado.

Mónica Chávez Durán, aseguró que posterior a su egreso, a través de trabajadoras sociales y de brigadas, se les da seguimiento para ver los avances significativos que la usuaria obtuvo después de su estancia.