Autoridades municipales rellenan con hidróxido de calcio, con mineral de perlita, el terreno minado donde fueron construidas viviendas en Atizapán de Zaragoza, para evitar el colapso de la tierra y que pueda ponerse el riesgo la vida de los habitantes.

Javier Torres Correa, jefe del Departamento de Atlas y Gestión Integral de Riesgos, dio a conocer que una cuarta parte del territorio atizapense es suelo minado. Hasta el momento, se tienen detectados 34 puntos con cavidades, donde la afectación en el marco estructural de las casas puede ser importante.

Algunas de las minas se localizan en el Cerro de San Martín, en las colonias Lomas de Guadalupe, San Martín de Porres, Las Flores y Bosques de San Martín.

Sin embargo, existen otras zonas donde se atiende esta problemática como ExHacienda El Pedregal, donde se registró un derrumbe en años anteriores, además de Tierra de En Medio y en La Higuera.

Tras la inyección de un millón y medio de litros de sustancia de hidróxido de calcio mezclado con mineral de perlita, las autoridades pusieron  a salvo un promedio de 20 casas.

Actualmente, personal de Protección Civil rellena el suelo de 12 viviendas más construidas en zonas minadas.

De acuerdo a Torres Correa, la profundidad de las minas va de 30 metros desde el piso de la calle a 6 y 7 metros de altura. Tras los trabajos de relleno, algunas mantienen aún tres metros de profundidad.

“El trabajo del día a día nos da muy poquito avance, pero tenemos que seguir haciéndolo hasta lograr rellenar y estabilizar una casa”, reconoció.

Las minas detectadas en el territorio municipal son de tepojal, un material de la familia del tepetate que es idóneo para fabricar block cuando es mezclado con concreto, las cuales fueron explotadas entre los años 40 y 60.