Repartidores de plataformas digitales bloquearon el Paseo Tollocan para manifestar su oposición a la propuesta federal que busca regularizar su trabajo bajo términos que consideran limitantes.
Los repartidores rechazan especialmente la idea de jornadas laborales obligatorias de 48 horas semanales y la imposición de aceptar todos los pedidos, sin opción de rechazarlos.
Este último punto, argumentan, aumenta el riesgo de asaltos y violencia durante sus labores.
¿Qué contempla la propuesta federal?
La iniciativa legislativa, impulsada con la intención de otorgarles seguridad social, también contempla sindicalización obligatoria, algo que, para los trabajadores de plataformas, contradice la esencia flexible de su actividad.
“Queremos conservar nuestros derechos, especialmente la libertad de conectividad y de horarios, sin imposiciones. La ley debería ser dual, y adaptarse a las condiciones únicas de este trabajo”,
expresó Joseph López Beltrán, vocero de los repartidores en la protesta.
Los manifestantes que trabajan para empresas como Rappi, Uber y Didi, señalaron que la propuesta ignora la variedad de horarios que manejan, que pueden ir desde cuatro hasta 12 horas diarias según cada trabajador.
Otro punto de preocupación para los manifestantes es el incremento en las tarifas que podría derivarse de esta regulación, lo cual, temen, podría reducir la demanda de servicios y, en consecuencia, afectar sus ingresos.
Para muchos, esta iniciativa representa una amenaza directa a la fuente de empleo de miles de personas que han optado por plataformas digitales debido a la libertad de horarios y la posibilidad de generar ingresos adicionales.
Obligatoriedad en todos los pedidos es riesgo de seguridad
Además, la obligatoriedad de tomar todos los pedidos es vista como un riesgo de seguridad, ya que algunos repartidores ya han sido víctimas de asaltos y extorsiones a través de pedidos falsos.
“No es secreto que hay lugares y pedidos que representan un peligro. Esta medida sólo nos expone aún más”,
advirtieron.
Tras bloquear el Paseo Tollocan, los repartidores se dirigieron al Palacio de Gobierno, donde expusieron brevemente su rechazo a la regulación ante medios y autoridades, para luego dispersarse pacíficamente.
El movimiento en Toluca se suma a otras manifestaciones similares en diferentes partes del país, donde los repartidores buscan un marco regulatorio que respete su autonomía, su flexibilidad y su seguridad.
Finalmente, los trabajadores exhortaron a la Secretaría del Trabajo federal a analizar sus demandas y adoptar un enfoque que respete la naturaleza de la economía colaborativa, en lugar de asimilarlos a un esquema laboral convencional.
La protesta, dijeron, giró en torno a la importancia de una regulación que permita a estos trabajadores mantener el equilibrio entre derechos laborales y la flexibilidad que los atrajo inicialmente a las plataformas digitales.