La propuesta de tener en el 911, todos los servicios de seguridad ciudadana y de emergencias, es una propuesta positiva, pero su aplicación requiere de ajustes, ya que no suele ser eficiente, así lo refiere Andre Desachy Contel, encargado del área de Protección Civil de la Universidad Iberoamericana.
A partir de enero de este año, el número 911 entró en funciones en el Estado de México, y en varias entidades del país, que homologa los distintos servicios de emergencia, como las policías municipales, estatales, así como la Cruz Roja, Protección Civil y Bomberos.
El especialista en Protección Civil, señaló que la empresa que brinda el servicio, tiene que mejorar el sistema, ya que presenta fallas, como la tardanza a la hora de contestar las llamadas.
“Todavía no están al cien por ciento, yo creo que van a avanzar poco a poco y tendrá que ir mejorando, ya que por el momento no es fácil la comunicación”, describió Desachy Contel.
Señaló, que un complemento al 911 sería la colocación de botones de pánico en diferentes espacios públicos, lo cual sería positivo, como por ejemplo que en el transporte público las personas que tuvieran una urgencia pudieran accionarlo, aunque señaló que las personas no tienen una educación en torno a lo que es una urgencia o emergencia.
“Habría que empezar por educar a la ciudadanía, hacerlos responsables de lo que hacen y que aprendan a distinguir, lo que es una emergencia o lo que es una urgencia”, explicó el especialista.
Por último, manifestó que es necesario generar campañas de información, para que las personas entiendan cuál es el objetivo del 911 y entiendan que se tiene que emplear cuando sea realmente necesario, ya que el porcentaje de llamadas que no corresponden a una urgencia o emergencia son muy altas.