A pesar del tiempo, la distancia y las fronteras, los migrantes mexiquenses no pierden su arraigo y apego por sus seres queridos y comunidades, que a distancia tienen presentes y desde tierras lejanas al norte de continente, trabajan por el bienestar de sus pueblos y paisanos.
Desde varias entidades de los Estados Unidos, mexiquenses, agrupados en clubes y federaciones, se organizan, realizan eventos, colectas y otras actividades para afrontar su estadía en el país vecino del norte, pero también para velar por el bienestar de familiares y vecinos que dejaron en su entidad de origen.
Normalmente esos clubes se integran por miembros originarios de una misma comunidad, como el Club Agua Bendita, que se describe como una organización comunitaria en Harvard, Illinois, y que realizan varias actividades para recaudar fondos, para la iglesia de la Virgen María, ubicada en Agua Bendita, en el estado de México.
Pero también, se coordinan y sirven como gestores para aprovechar programas que ofrece el gobierno mexiquense, como lo hace el Club Social Mexiquenses del Sur, que difunde entre personas de la tercera edad, los beneficios del programa Lazos Mexiquenses, que busca enlazar a familiares que radican en Estados Unidos y el Estado de México.
Unidos Por Almoloya, es una asociación de migrantes de Almoloya de Alquisiras, que desde Los Ángeles, trabaja en beneficio de su comunidad y en este diciembre la visitará y entregarán algunos apoyos, como aparatos ortopédicos, a quien lo requiera.
Pero no sólo ayudan a su pueblo, sino también a los habitantes de demarcaciones como Joquicingo y Ocuilan, a quienes han entregado ropa y medicamentos en diversas ocasiones.
Por su parte, la Federación de Mexiquenses en el Medio Oeste, trabaja con clubes de migrantes mexiquenses, siendo su principal tarea fortalecer el vínculo entre la comunidad migrante mexiquense, además de unir esfuerzos con las autoridades del gobierno del Estado de México en Estados Unidos.