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Reunirán a mexiquenses con sus hijos migrantes en Texas

 

Los participantes, todos mayores de 65 años, han vivido una separación larga y difícil. Sus hijos migraron hace años a Estados Unidos


Para 23 adultos mayores del Estado de México, el sábado traerá algo que muchos no han tenido en más de una década: el abrazo de sus hijos. Con maletas llenas de recuerdos y esperanza, estos padres partirán rumbo a Houston, Texas, del programa “Esperanza Mexiquense, Uniendo Familias”, una iniciativa impulsada por la Coordinación de Asuntos Internacionales del Estado de México.

El programa busca reunir a padres de migrantes con sus hijos que no pueden regresar a México, explicó José Pablo Montemayor Camacho, titular de la dependencia, quien agradeció la paciencia de los adultos mayores que, en muchos casos, llevan años intentando obtener una visa para visitar a sus hijos.

“Sabemos que muchos de ustedes han pasado años tratando de conseguir la visa, esperando el día en que puedan volver a ver a sus hijos. Hoy, gracias a ‘Esperanza Mexiquense’, ese sueño finalmente se hace realidad”, dijo Montemayor.

Un sueño que parecía inalcanzable

Los participantes, todos mayores de 65 años, han vivido una separación larga y difícil. Sus hijos migraron hace años a Estados Unidos, y las barreras legales y económicas les han impedido reunirse desde entonces. Este programa se diseñó precisamente para adultos mayores que no han visto a sus hijos en al menos 10 años y que, por diversas razones, no habían logrado obtener la visa.

Además del trámite de visa, “Esperanza Mexiquense” cubre el costo del viaje y acompaña a los beneficiarios en su estancia, garantizando que el proceso sea seguro y accesible para todos.

“Para muchos, este viaje representa no solo el reencuentro con sus hijos, sino la oportunidad de conocer a sus nietos. Son abrazos y palabras que, hasta ahora, solo han existido a través de una pantalla o una línea telefónica”, comentó Montemayor.

Las personas en esta primera etapa del programa provienen de municipios como Ecatepec, Nezahualcóyotl, Cuautitlán Izcalli, Toluca, Naucalpan y Almoloya de Juárez, entre otros. Cada uno tiene una historia marcada por la espera, la distancia y el anhelo de volver a sentirse en familia.

Una muestra de gratitud y una promesa de continuidad

El coordinador explicó que este programa es un gesto de gratitud hacia los migrantes mexiquenses y sus familias, quienes han sostenido a sus comunidades de origen mediante las remesas.

En reconocimiento a su sacrificio, el gobierno del Estado de México se ha comprometido a ampliar “Esperanza Mexiquense” para que más padres puedan visitar a sus hijos en Estados Unidos en el futuro.

“Es un acto de gratitud hacia ustedes y sus hijos, por todo lo que hacen por este país y por su estado. Este es solo el inicio. Queremos que muchas más familias logren reunirse, porque sabemos lo importante que es para ustedes”, señaló Montemayor en el evento de despedida, mientras los asistentes aplaudían, emocionados por la oportunidad de reencuentro.

Preparados para el viaje y para nuevos recuerdos

Antes de la partida, los beneficiarios han recibido orientación sobre el proceso de viaje y la estancia en Estados Unidos. El acompañamiento por parte de la Coordinación de Asuntos Internacionales busca que los adultos mayores, muchos de los cuales viajarán al extranjero por primera vez, se sientan seguros y tranquilos. Con asistencia en cada etapa del viaje, se espera que el reencuentro sea una experiencia inolvidable para todos.

Cada uno de estos 23 viajeros lleva consigo historias y momentos que han compartido a la distancia con sus hijos. Con rostros llenos de ilusión, muchos de ellos esperan abrazar nuevamente a hijos a los que vieron partir con lágrimas, y finalmente poder ver en persona a nietos que, hasta hoy, solo conocen por fotos y llamadas.

Un programa con la promesa de unir más familias

La Coordinación de Asuntos Internacionales del Estado de México busca que “Esperanza Mexiquense” se convierta en un programa permanente. La meta es alcanzar la reunificación de mil 500 adultos mayores con sus hijos en Estados Unidos, llevando esperanza a muchas más familias. Además, la iniciativa contempla extender el alcance a otros destinos dentro del país norteamericano y beneficiar a un mayor número de familias en futuras etapas.

Este primer viaje es un ejemplo de cómo los esfuerzos gubernamentales pueden lograr que las familias, separadas por la migración, vuelvan a encontrarse. El programa representa una oportunidad única para los participantes, quienes ven en este viaje la posibilidad de recuperar el tiempo perdido.

Para quienes parten el sábado, el viaje es mucho más que una visita. Es el reencuentro con un pedazo de su historia, la posibilidad de cerrar años de espera, y el inicio de nuevos recuerdos al lado de sus seres queridos.